Revista Cultura y Ocio

Bajo cero

Publicado el 03 noviembre 2014 por Magik
Bajo ceroSi sois habituales del blog, y sobre todo de las reseñas, sabréis que me gusta mucho Karen Marie Moning, que escribe novelas románticas con tramas de verdad. Me explico: que no se limita a la parte romántica-erótico-festiva, sino que tienen historias tan bien pensadas que, de hecho, todas sus novelas están entrelazadas, aunque sean de géneros distintos: la saga histórica con los highlanders (cuatro novelas auto-conclusivas, cada una protagonizada por una pareja distinta, aunque relacionada entre sí) dio lugar a la pentalogía Fiebre, que es fantasía urbana, bastante oscura, he de añadir.
Fiebre, a su vez, ha dado lugar a Bajo cero, la primera entrega de una nueva tetralogía, ambientada en el Dublín de Mac y Barrons, aunque protagonizada por una de las secundarias de la saga Fiebre: Dani O'Malley.
Por lo tanto, podéis leer Fiebre sin haber leído las cuatro novelas de los highlanders (El beso del highlander, El highlander oscuro, El highlander inmortal y El hechizo del highlander... en mi vida he escrito tantas veces "highlander", he de decir), aunque yo recomiendo hacerlo en orden, más que nada porque mola más, no porque no se vaya a entender. Sin embargo, no leáis Bajo cero sin haber leído los cinco libros de Fiebre. Hacedme caso. A ver, seguramente lo entendáis, pero os vais a sentir perdidos y no vais a comprender las situaciones de verdad.
Dicho lo cual, vayamos con la reseña de Bajo cero.
Dani O'Malley es una shide-seer, lo que significa que puede ver a los Fae que, tras las caídas de los muros, infestan Dublín. Dani, además, es especial, pues tiene supervelocidad y una de las dos únicas armas que matan Fae. Por eso, Dani a sus catorce años vive como una superheroína, intentando salvar a todos cuantos pueda y matando a todo Fae que se tope en su camino, aunque su situación no es sencilla: Mac, hasta hace nada su mejor amiga, desea matarla porque Dani asesinó a su hermana; el inspector Jayne desea arrebatarle su arma; Christian MacKeltar, cada vez más cerca de convertirse por completo en un príncipe unseelie, desarrolla una inquietante obsesión por ella...
Y, por si fuera poco, uno de los hombres más poderosos de la ciudad, Ryodan, intenta contratarla para resolver un misterio: alguien o algo está congelando zonas de la ciudad, matando a cualquiera que se encuentre ahí. Cuando Dani, dejándose llevar por un arrebato, tensa la cuerda más de lo debido con Ryodan, acaba teniendo que aceptar ser su empleada, aunque no le hace ni pizca de gracia.
Volvemos al Dublín de Mac y Barrons, a ese Dublín oscuro, lleno de hadas que asesinan por doquier, aunque en esta ocasión no lo hacemos con los antes citados, sino con Dani, la cría supervelocista que era la mejor amiga de Mac en la saga Fiebre.
Y precisamente esa es su mayor virtud y su mayor defecto.
Bajo cero me ha gustado mucho, lo he devorado y disfrutado, aunque no tanto como me ocurrió con la pentalogía anterior. Por un lado, me gusta mucho que, de nuevo, Karen Marie Moning haya cambiado por completo el tono de su nueva saga, lo que en este caso tiene mayor mérito, pues el universo es exactamente el mismo, al igual que el género. Sin embargo, Bajo cero es una novela más ligera, incluso más luminosa, que las cinco anteriores, aunque es igual entretenida.
El problema que he tenido yo con Bajo cero ha sido precisamente Dani. Lo que ocurre es que Dani es una adolescente de casi quince años, una adolescente precoz y superpoderosa, que está muy bien adaptada. Vamos, que se nota que es una adolescente. Por eso, es egocéntrica, cargante y, pese a lo que ella se crea, completamente obtusa, lo que, en varias ocasiones, resulta desesperante: Dani se cree la pera limonera, que es la mejor y la más capaz, pero tú ves que no deja de cagarla en ciertas ocasiones y que su ego la mete en más líos de los que en realidad soluciona.
Ojo, no es una mala protagonista, en absoluto, porque, encima, tiene una voz muy propia, pero a veces desespera... como buena chica de casi quince con el pavo encima. Ella se cree la única capaz, la única cuyas opiniones son válidas, una superheroína, pero nunca jamás piensa en nadie que no sea ella, lo que hace que se líe parda continuamente...
Y que juzgue mal en ocasiones. Porque, claro, por otro lado tenemos a Ryodan, que para mí es evidente que se trata del chico de la saga (vamos, el Barrons de Bajo cero). Quizás es porque, tras haber leído Fiebre, tras haber conocido a Barrons y un poquito a Ryodan, me he hecho una imagen de él que Dani no tiene. Pero, vamos, que para mí, aunque sea brusco y peligroso, además de misterioso, está muy claro que lleva cuidando de Dani desde hace tiempo, que sólo pretende protegerla porque anda que la nena no es temeraria ni nada.
De hecho, la interacción entre los dos me ha gustado. Creo que Karen Marie Moning ha sorteado con éxito lo espinoso del tema, pues Dani no deja de tener catorce años y pico, casi quince, y Ryodan ser un hombre hecho y derecho. En sus escenas se nota cierta tensión, que Dani (que es muy inocente en ese sentido, pues no tiene experiencia) se siente atraída por él aunque no lo tenga nada claro, pero no llega a quedar raro, ni repulsivo.
No como lo que ocurre con Christian, que... puag. Muy profundo, lo sé. Pero la cuestión es que Christian se obsesiona con Dani, pero hasta el punto de que resulta inquietante de narices, incluso da cosita. De hecho, hay algunos capítulos contados desde la perspectiva de Christian, que para mí sobran, pues sólo lograban perturbarme y me resultaban muy pesados. Además, quiere matar a Barrons y Mac, lo que no me mola nada de nada, por lo que espero que se lo carguen a él por osar pensar en matarlos.
Por lo demás, Dani se ve rodeada de una gran cantidad de secundarios, que, en general, están muy a la altura: desde su amigo Dancer, del cual no me fío un pelo, porque no se puede ser tan perfecto; hasta Kat, que es otra que también dispone de puntos de vista y que ofrece una visión distinta de las shide-seers y, de paso, tenemos vigilado a Cruce.
Lo que he echado de menos es ver a Mac y Barrons, pues cada vez que aparecían en escena, Dani se marchaba corriendo. Sin embargo, a juzgar de cómo termina Bajo cero, imagino que su presencia será mayor en las siguientes entregas, lo que me alegra un montón. En serio, es que Mac y Barrons molan mil.
En cuanto a la trama, pues Karen Marie Moning nos propone un caso que queda cerrado al final de la novela, además de continuar con ciertas tramas que quedaron pendientes de la saga anterior: Cruce atrapado en La abadía, la situación de Dublín, los secretos que Ro dejó, incluso algo que le está sucediendo a Dani. Porque es evidente que algo ocurre con Dani, ya que, a lo largo de la novela, tiene ciertos episodios un tanto... desconcertantes. Y, sí, eso me tiene muy loca. Mucho.
Finalmente, sólo me queda decir, que Karen Marie Moning vuelve a demostrar que es una narradora muy camaleónica, ya que la voz de Dani es clara y propia y no se asemeja en nada a la de Mac, aunque ambas son muy graciosas. A veces, Dani puede saturar con las coletillas que usa (¿cuántas veces dice "colega" a lo largo de la novela?), pero es muy fiel a su personalidad y logra que Bajo cero se distinga perfectamente de Fiebre.
Y, como es evidente, estoy deseando que publiquen su segunda parte, Burned, y saber cómo continúa la historia.
El próximo lunes literario estará dedicado a... Mi espectacular ahora de Tim Tharp.

Volver a la Portada de Logo Paperblog