Revista Cine

Bajo el mismo techo, El techo de siempre

Publicado el 31 enero 2019 por La Henryteca @LaHenryteca
Por Victor Fernández

Si por algo se ha caracterizado el cine español popular, ese que llena salas y (cada vez más) televisiones, es por estar siempre presente, entre su público, un género tan marcado como la comedia. Cada año, son muchas las películas de este género las que se estrenan en pantalla grande, siempre plagadas de actores y cómicos populares del país. Desgraciadamente, rara vez esas comedias alimentan con verdadera riqueza nuestra cinematografía. Bajo el mismo techo no es un caso aparte. 


Bajo el mismo techo, El techo de siempreLa nueva película de Juana Macías se presenta como una comedia anti-romántica, donde sus dos protagonistas, los actores Jordi Sánchez y Silvia Abril, un matrimonio cincuentón, comienzan a tener una debacle en su relación, tras la marcha de su hija adolescente de casa. Con el trasfondo político de la gran crisis económica del 2008, el filme se desarrolla como una guerra de sexos donde ambos personajes luchan, cada vez mas descarnadamente, el uno contra el otro, al no poder (y no querer) marchase ninguno del chalé que compraron durante la burbuja inmobiliaria.
Bajo el mismo techo, El techo de siempre
Con una premisa con bastantes posibilidades dentro de la comedia, es realmente deprimente ver como Bajo el mismo techo es, desde su inicio, una película tan sumamente sosa y carente de gracia. Rodada como un mal anuncio publicitario, o una mala serie de televisión, el filme se desarrolla con nulo talento cómico. 

Durante sus 97 minutos de duración, no son mas de treinta los segundos que consigue levantarte una leve sonrisa (que nunca risa).  Probablemente, gran parte de la culpa la tenga un guion lleno de clichés y personajes tópicos hasta la médula, donde los intentos de gracia no pasan de las típicas basteces y el humor mas cochambroso y anticuado imaginable. Cuando muchos de los chistes vienen del simple hecho de poner un personaje popular reconocible (el síndrome Torrente, tan dado en los últimos años) es que, seguramente, algo no se está haciendo nada bien.


Bajo el mismo techo, El techo de siempre

La vaguedad que desprende la película es impresionante. Los personajes resultan ya parodias disecadas de sus propios actores (encasillados en unos personajes de los que no salen, por culpa de su popularidad televisiva, probablemente). La primera vez que se les vio así, quizá podía hacer gracia, pero cuando ya lo has visto por vigésima vez, la cara de estatua que se le queda al espectador es inclasificable. A parte de ello, hacía tiempo que no se veía una película tan manufacturada y simplona como está. El claro compromiso publicitario con Ford y Tinder es tan descarado, que uno se siente atacado y bombardeado. Para algo así, es mejor quedarse en casa y poner cualquiera de los canales cuya programación se basa en un 70% en anuncios y más anuncios.

Además, el filme intenta desprender un descontrol y locura despendolada en su argumento que, nada mas allá de la realidad, resulta todo lo contrario. En ninguno de esos momentos, y de su progresivo aumento de locura argumental, la película encuentra la gracia. Tampoco, por otro lado, la película encuentra un peso en su vertiente dramática, ni en la de denuncia política (casi inexistente, pues se usa en su mayoría como simple pretexto). Entonces, ¿que sentido tiene esta película? Realmente ninguno, porque no sirve ni como mero pasatiempos de un sábado por la tarde.


Bajo el mismo techo, El techo de siempre

Tampoco la película sirve como vehículo para el lucimiento de sus actores, porque, entre su mal guion, y su mala dirección, todos ellos están entre en el mal y el muy mal. Es difícil encontrar una película donde los diálogos resuenen tanto a un texto escrito previamente (en todos los diálogos de Daniel Guzmán puedes ver las frases subrayadas con fosforescente en el guion). La energía no fluye entre ellos, todo es de un mecanismo oxidado muy alarmante. Y, por desgracia, el montaje tampoco ayuda a inyectar energía a la cosa (ni siquiera con ese intento de dividir la película en capítulos). Todo resulta forzado, como piezas de un puzzle distinto que se intentan encajar a la fuerza. Probablemente, desde Ocho apellidos catalanes, una película financiada por una televisión no había resultado tan inoportuna, aburrida y sin gracia como esta, y mira que el listón no está muy alto, que digamos.
Bajo el mismo techo, El techo de siempre

En definitiva, Bajo el mismo techo es una comedia sin gracia, de un sosismo sumamente impresionante, y que desaprovecha por completo una premisa y temática que, en manos de otros guionistas, y de un director/directora con más carisma, podría haber resultado, como mínimo, entretenida. Por desgracia, todo se queda en una chapuza sin pies ni cabeza, donde para encontrar una leve sonrisa tienes que rebuscar demasiado. De todos modos, quizá triunfe. No sería la primera vez que se da el caso, ni tampoco la última, sobre todo si seguimos por este camino de productos tan manufacturados y de tan escasa creatividad artística dentro de nuestro panorama cinematográfico nacional.
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    • ##check## Lo bueno
      • La premisa argumental, desgraciadamente desaprovechada.
    • ##times## Lo malo
      • La nula gracia de la película, con ese tono publicitario y de producto manufacturado que desprende en todo momento.
         El guion, la dirección y los actores, que no despiertan, en ningún momento del metraje, el más mínimo interés. 

  • [accordion]
    • Ambientación 4.5
      • Plana, como el de un anuncio publicitario de coches. De todos modos, se desarrolla en un escenario con posibilidades, pero que claramente está muy desaprovechado.
    • Desarrollo de Personajes 3.5
      • El desarrollo de los personajes se basa en un progresivo aumento de locura, aunque todo demasiado tópico. Nada en ello se hace con la más mínima pizca de originalidad.
    • Argumento / Guión 2.5
      • El argumento inicial no está mal, pero el desarrollo de guion es desastroso. Sin la más mínima gracia ni novedad. Todo resulta ya visto, mal escrito y llevado a pantalla de peor manera. Un guion que está cimentado sobre todos los clichés posibles.
    • Banda / Sonora 4.0
      • Muy pobre y funcional. Incluso las canciones seleccionadas están ya demasiado utilizadas por otras películas anteriores. Nada que recordar en ello.
    • Entretenimiento 3.5
      • Bastante aburrida. Al no levantar ni siquiera sonrisas, la película se hace larga y pesada, pues no tiene nada mas sobre lo que poder sostenerse.
    • Montaje / Innovación técnica 4.0
      • Nada que destacar. Parece que en el montaje se ha intentado salvar un poco el oxidado mecanismo que la película nos presenta, pero no consigue hacer mucho. Una película poco destacable también en estos apartados.
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    • Puntuación Total  4 / 10
      • Bajo el mismo techo, El techo de siempre
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Trailer:Fuente Imágenes: Sony Pictures España

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