Sabemos que tener hermanos tiene muchos beneficios, tal y como escribí para un artículo de Guía infantil hace unos meses en Ventajas de tener hermanos, pero también puede comportar algunas pequeñas desventajas, como vivir bajo la sombra del hermano mayor. Un hermano mayor que domina la situación, que acapara o intenta centralizar la atención de los padres en detrimento del pequeño imposibilitando que se manifieste su personalidad. ¿Qué podemos hacer si nuestro hijo mayor invisibiliza al pequeño? De esto trataré a lo largo de las próximas líneas, intentando resumir por qué sucede esto y cómo gestionar esta situación. Pero debes saber que el primer paso ya lo has dado, has identificado el problema, por eso buscas información y lees este artículo. Pero vayamos paso a paso.
Bajo la sombra del hermano mayor. El hermano que acapara la atención de los padres.
Es posible que te hayas dado cuenta que tu hijo mayor intenta acaparar siempre que tiene la ocasión toda tu atención, habla por los codos, interrumpe a su hermano cuando éste habla, siempre quiere estar a tu lado, y muchas otras conductas como portarse mal para llamar tu atención que estés por él aunque sea riñéndole. Por un lado es normal y lógico que el mayor realice este tipo comportamiento, a todos nos gusta que nos escuchen, nos atiendan, nos mimen y nos alaben. Generalmente, por no decir siempre porque puede existir alguna excepción, este tipo de actuación se debe a los celos que siente del pequeño con quien compite por la atención de papá y mamá. Lo malo es cuando este comportamiento acaba por hacer que estemos tan pendientes del mayor que sin darnos cuenta “invisibilicemos” al pequeño …
¿Cuando empieza esta situación?
Normalmente ocurre al poco tiempo de nacer el hermano pequeño pero no le damos excesiva importancia. Estamos tan preocupados por el bienestar de ambos que intentamos hacer lo imposible para tratar de paliar los posibles celos que pueda llegar a sentir nuestro primogénito. Y así es como va pasando el tiempo hasta que el peque empieza a hacerse mayor y a reclamar su propio espacio espacio de juego, de diálogo, de caricias, de atención en general. Cuando llega este momento, más o menos al cumplir el pequeño los 2-3 años, el mayor sigue pujando por ser el centro de atención con cada vez mayor fuerza.
Frente a esta “lucha de poderes” generalmente el primogénito gana la partida puesto que nosotros le prestaremos atención ya sea por lo bien que ya se expresa al contarnos las cosas, ya sea por lo mal que se porta cuando ve que estamos más pendientes del pequeño. En cualquier situación pues, positiva o negativa, el mayor está consiguiendo que apartemos nuestro interés del hermano menor.
¿Qué consecuencias puede tener crecer bajo la sombra del hermano mayor?
Las consecuencias de vivir bajo la larga sombra del hermano mayor son múltiples, por lo que debemos tener especial cuidado e intentar que esta situación no se prolongue en el tiempo y se generalice en otros ámbitos como en la escuela o con los amigos. Esta temática la abordaré por separado para no hacer interminable el artículo, pero seguro que muchos de los que me estáis leyendo conoceréis a alguien a quién su hermana o hermana le hacía sombra en el cole por haber sido un alumno brillante o todo lo contrario.
Dejando de lado el cole y entrando de lleno en las consecuencias que puede tener crecer bajo la sobra del hermano mayor debemos tener en cuenta que éstas pueden incidir a nivel emocional, conductual, relacional y académico.
Podemos ver como un niño que vive bajo la sombra de su hermano se repliega sobre sí mismo, habla poco, puede que empiece a mostrar una conducta agresiva o todo lo contrario, podemos ver también apáticos, desinteresados en todo, niños que no piden ayuda cuando la necesitan puesto que han aprendido a ser independientes y autónomos antes de tiempo. En niños más mayores las repercusiones las observamos a nivel académico, por ejemplo que empiecen a mostrar obsesión por sus notas con el afán de lograr ser como su hermano o justo todo lo contrario, a sabiendas de que nunca lograrán emularlo adopten una actitud pasiva a ver si de este modo sus padres se dan cuenta de que él está ahí. Esta es la clave, que nos demos cuenta que el pequeño existe de una forma individual y no como una parte más de un todo, que también.
¿Qué podemos hacer para cambiar esta situación?
Lo mejor que podemos hacer es identificar la problemática, darnos cuenta a tiempo que el hermano mayor ensombrece al pequeño. Una vez identificada la situación debemos empezar por promover un cambio. Este cambio empieza por nosotros mismos intentando visualizar al pequeño, verlo como un niño con su propia personalidad, sus propios intereses, problemáticas y necesidades. Identificarlo de este modo nos hará ver que no debemos tratarlos a nuestros hijos por igual, ya que al hacerlo seguimos manteniendo una situación incómoda que favorece la rivalidad y competencia entre hermanos.
Es importante, por no decir imprescindible que cada uno tenga sus propios amigos, espacios y tiempo a solas con papá y mamá. Debemos dedicar un tiempo para que cada uno se sienta único y especial, no es necesario hacer grandes cosas, con el simple hecho de ir a comprar al súper con uno de ellos a solas muchas veces basta para cubrir la necesidad de atención que requieren nuestros hijos. Dales su espacio, cubre sus necesidades y sobre todo escucha a cada uno de ellos. No permitas que uno de ellos centralice toda tu energía y atención.
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