Baklava salada de gambas y verduras

23062013986 La historia del Baklava se remonta a la antigua Mesopotamia. Se compone de varias láminas de pasta Philo que se barnizan con mantequilla derretida y se esparce nueces picadas sobre ellas. Sobre esta se colocan otras láminas de pasta Philo, repitiendo el procedimiento y una vez conseguida la altura necesaria, el pastel se corta en triángulos ó rombos de igual tamaño. La pasta filo se humedece con agua, para luego hornear a 180 °C por 40 minutos hasta conseguir el dorado. Se retira del horno y se deja enfriar por 15 minutos. Luego se cubre con almíbar preparado con agua, canela, azúcar y jugo de limón. Se deja reposar durante una hora, hasta que se impregne, suele servirse acompañado de té ó café.

Os presento mi versión salada

Ingredientes:

Pasta Philo (podéis encontrarla en grandes superficies en la zona de hojaldres y masas quebradas..etc)

Calabacín

Zanahoria

Pimiento rojo y verde

Cebolla

Gambas frescas peladas

Aceite de oliva

Sal

Pimienta

Mantequilla para pintar las láminas de Philo

Semillas de sésamo y pistachos pelados para decoración final(opcional)

Instrucciones:

Limpiamos las verduras y las cortamos en juliana no demasiado fina.

Las salteamos por separado en una sartén con un hilo de aceite, deben quedar al dente.

Las vamos colocando en una cazuela. Salpimentamos.

Cuando estén todas juntas las rehogamos un par de minutos, reservamos.

Por otro lado salteamos las gambas, reservamos.

Precalentamos el horno a 180 grados.

Derretimos mantequilla en el microondas.

Forramos el molde elegido con láminas de pasta Philo, una sobre otra, cada vez que pongamos una lámina debemos pintarla con mantequilla derretida, nos ayudamos de una brochita de cocina.

Debemos poner una base de 6-7 láminas. Imaginémonos que estamos montando una especie de hojaldre lámina a lámina.

Sobre esta base colocamos las verduras bien escurridas de su jugo.

A continuación una capa de gambas salteadas.

Cubrimos de otras 6-7 láminas de pasta Philo y siempre entre ellas mantequilla. Presionamos un poco para darle bonita forma.

Pintamos con mantequilla, espolvoreamos sésamo y pistachos picados.

Cortamos las porciones, con un cuchillo bien afilado, antes de hornear porque después se romperían pues son muy frágiles: