Otro año más, empiezo por el plato fuerte, la literatura, el gran eje central del blog y una de mis pasiones. En 2014 no he leído tantos libros como me gustaría pero he disfrutado de todos, o al menos de la gran mayoría, y repasando notas, diría que mis lecturas han tenido un notable de media. Tras rememorar lo que me hicieron sentir, además de tener ya ciertos candidatos más que fichados en mi lista, nuevamente de 10 puestos.
1.- Amanecer Rojo, de Pierce Brown.
Bueno, ¿a alguien le extraña? Nada más empezar Amanecer Rojo ya sentí una conexión con su historia y con su protagonista, pero con cada giro, con cada sorpresa, se ha ido ganando un lugar en mi corazón. En mi reseña os lo alabé y he reiterado mi pasión por este incio de trilogía magistral en cada oportunidad que he tenido. Y aquí vuelvo a repetirme.
Amanecer Rojo contiene un mundo distópico aterrador, opresor y único, mezclando el futuro con el pasado glorioso, repleto de guerras, sangre y personajes complejos. Ha sido, sin duda, una historia que me ha destrozado por dentro pero, al mismo tiempo, me ha hecho alzarme para sentir lo mismo que los protagonistas, y sopesar sobre qué está contando el autor y qué puedo encontrarme en la realidad. Es tal la vorágine de sentimientos que pululan, no solo el instinto de supervivencia, que se cala bien hondo en el corazón del lector. En adición, la pluma revolucionaria de Brown y su incesante crítica a las castas y el poder han hecho de este libro, desde luego, mi mejor lectura del año.
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2.- Aniquilación, de Jeff VanderMeer.
A falta de unas pocas página para terminar el tercer y último volumen, sería un total sacrilegio no incluir a VanderMeer en este ranking con su inquietante trilogía sobre Southern Reach y el Área X.No es una trilogía que poder cogerse a la ligera, es demoledora, muy intensa y repleta de engaños, pero cabe destacar el primer volumen, Aniquilación, porque aunque corto, es abrumador y aterrador, además de algo desquiciante, pues leemos el testimonio de la última expedición realizada en el Área X y todo parece perfecto e idílico, aun sabiendo que se esconde un terrible misterio.VanderMeer posee una prosa peculiar, tan misteriosa que nos hace dudar de cada palabra, cada recuerdo y descripción de esta supuesta anomalía medioambiental, pero también nos obliga a escarbar bajo la superficie de los informes que representan el Área X porque necesitamos, anhelamos, entender lo que nos cuenta. Ciertamente, son unas novelas que se aferran a nosotros como parásitos y nos es imposible ignorarlas una vez hemos iniciado la expedición.Hay que darle una oportunidad, porque este mundo creado tan minuciosamente por VanderMeer, una vez te adentras, te destroza por dentro. Como he dicho siempre, tras finalizar cada ejemplar,he quedado con el cerebro más que licuado.
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3.- La Restauradora, de Amanda Stevens.
Este thriller paranormal con un toque de romance adulto fue un flechazo directo al corazón cuando lo devoré a principios de año. Combinando magistralmente lo sobrenatural con el misterio, además de una protagonista inteligente y con un discurso interior muy trabajado, no olvides el difícil romance que se cuece a fuego lento, La Restauradora tenía todas las papeletas para aparecer en este ranking, además de estar en un puesto bien elevado.
La Restauradora está exquisitamente narrada y planificada, pues Stevens sabe llevar con mucha elegancia el discurso del más allá y buscarle, siempre que sea posible, una explicación lógica a todo. Sin ir más lejos, Amelia, pese a ver fantasmas, es una mujer siempre racional y abierta a todo tipo de posibilidades. Eso sí, no os puedo mentir, hay escenas tenebrosas y con la muerte como protagonista, pues tanto si hablamos de la profesión de Amelia como de la serie de asesinatos en los que se ve involucrada, hay muchos personajes de los que huir, tanto vivos como muertos. Por último, reitero la gran planificación de la novela por parte de la autora, no solo de este mismo ejemplar, sino de la historia en sí, además de tener una de las mejores protagonistas con las que me he topado en mucho tiempo, tanto de inteligencia como de corazón.
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4.- El lado oscuro, de Sally Green.
Un poco de fantasía nunca viene mal, y la que ha creado Green con este inicio de trilogía es, ciertamente, fantástica.
Cansada de los tópicos del bien o el mal, El lado oscuro nos presenta a Nathan, un mestizo de Bruja Blanca y Brujo Negro que no sabe muy bien cuál es su lugar, y la búsqueda de su propia personalidad en este primer volumen nos embarca en una aventura sin igual donde todo es posible, pero también todo tiene diferentes caras y tonalidades.
Además de estar repleta de acción y traiciones y poseer un antihéroe como protagonista tan desalmado como valiente, he disfrutado con mucho gusto de lo perturbadora y oscura que puede ser la magia, de los Dones y las maldiciones, y de lo ridículo que supone la importancia de la familia. Pero ante todo, lo que ha hecho de esta novela algo único y hechizante, ha sido ser testigo del crecimiento que tiene Nathan como protagonista, pues con él la historia avanzaba de verdad, se volvía algo tangible y real, aunque hablemos de fantasía. Pocas veces nos topamos con personajes tan desamparados pero tan bien construidos, que necesitan de una historia para crecer y aceptar su destino. Nathan es uno de ellos.
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5.- Agencia Lockwood: Los visitantes, de Jonathan Stroud.
Jonathan Stroud es y será mi autor preferido de literatura juvenil y ya contaba con medio pie en esta lista simplemente por traernos una nueva saga, esta vez, ¡sí!, de género paranormal. Y aquí estamos, viéndonos las caras de nuevo, esta vez para felicitarlo con este primer volumen tan tétrico a la par que divertido sobre una agencia dedicada a la caza y captura de fantasmas.
Agencia Lockwood. Los visitantes es oscura e hilarante a partes iguales, con un grupo de cazafantasmas estrafalarios que, con todo tipo de chismes de dudosa fiabilidad, deben enfrentarse a una de las casas más encantadas de Inglaterra, pero no precisamente por estar repleta de entes demoníacos. Cuidado, no es una obra de humor, sí con mucho contenido, pero no olvidemos de que hablamos de Jonathan Stroud, un autor pérfido que no duda en destrozarnos con ciertos pasajes o finales, y en este volumen, terror no nos faltará.
Recuerdo muy bien la pluma de Stroud de otras obras, siempre precisa y aportando una personalidad única a sus personajes, y en este nuevo ejemplar recién extraído de su mente prodigiosa no me ha fallado, pues aunque nunca podrá repetir la personalidad extravagante y prepotente de Bartimeo, ha sabido imprimir valentía e ingenio en todos y cada uno de sus nuevos personajes. Pero sobre todo porque me ha conquistado con su visión del más allá, con sus dosis justas de acción y sin olvidar nunca que hay tiempo para un poco de té.
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6.- Un mundo nuevo, de Chris Weitz.
El género distópico es mi terrible perdición y, aunque muchas novelas beban y se inspiren en otras, siempre hay algunas que destacan porque saben hacer relucir ciertos componentes, como es el caso de Un mundo nuevo.
Con una ingeniosa mezcla de El señor de las moscas y Olvidados, con personajes valientes y siempre cargados de munición y sarcasmo, nos topamos con un mundo desolado donde un extraño virus ha acabado con toda población adulta, y los pocos adolescentes que no han muerto de hambre, han creado sus propias civilizaciones. No obstante, Jefferson decide buscar una posible cura, pues a corto plazo, toda la población restante morirá, y para ello hay que dirigirse a cierto centro de enfermedades mundialmente conocido y rodeado de tabúes.
Un mundo nuevo parece otra novela de ciencia ficción juvenil más, pero he de destacarla por estar repleta de acción y escenas de infarto, con persecuciones, tiroteos, motines y muertes. Pese a tener adolescentes hormonados, estas nuevas sociedades están bien construidas y con una rigurosa jerarquía que oprime a cualquier minoría, no hablemos ya del sinfín de teorías científicas que pululan por sus páginas acerca de una posible cura. Y por último, no menos importante, tiene personajes con carácter, a destacar Donna, cuyos capítulos narrados desde su punto de vista son lo mejor que he visto este año.
7.- Artemis Fowl: El último guardián, de Eoin Colfer.
En este punto, he de ponerme melancólica, pues este año me ha tocado despedirme, con mucho pesar, de mi antihéroe de la literatura juvenil preferido, Artemis Fowl, con su última y más épica aventura.
Tras siete intensos libros, Artemis ha puesto fin a sus aventuras del criminal más joven de la historia, cansado de robar dinero allos duendes, pero también de crear lo inimaginable con la última tecnología o de salvar al mundo de las perversas manos de Opal Koboi.
Todo este libro me ha sabido a añoranza y recuerdo, pues han sido más de diez años acompañando a esta mente privilegiada, y ha sido una lectura lenta y agridulce donde podía despedirme de todos los personajes, incluso de la más archienemiga de Artemis, y con cada capítulo leído, se me encogía el estómago al llegar al final, porque sería un desenlace definitivo.
Ha sido un placer vivir estas aventuras con Artemis, de verle crecer y madurar, de ver cómo se desprendía de su figura de antihéroe para volver un simple humano, pero sobre todo, de asistir a un final más que perfecto y épico, del que te obliga a recuperar el primer volumen y volver a sumergirte en una historia increíble, porque no hay que perderla en el recuerdo.
Hasta siempre, Artemis Fowl.
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8.- Un gato callejero llamado Bob, de James Bowen.
Podría parecer una resolución fácil el escoger un libro protagonizado por un gato, pero aunque soy una esclava devota de mis dos gatos, Un gato callejero llamado Bob se merece este puesto porque ha sido una lectura muy emotiva e lacrimosa donde un humano consigue avanzar al conocer a un felino.
James Bowen nos cuenta su propia vida de exdrogadicto y de lo vital que se vuelve la presencia de Bob en su vida para volverse responsable, conseguir un empleo y adecentar su casa, y aunque es una voz un tanto simple y a veces dada a la autoayuda fácil, para aquellos que tenemos mascotas y nos han ayudado en nuestros baches emocionales, entenderán que aparezca en mi balance por ser una historia repleta de sentimiento y con la que sentirse identificado.
Pero no olvidemos lo mejor: Bob. Un gato inteligente y perspicaz, que en cada capítulo nos demuestra que comprende demasiado bien la vida de su humano y nos regala todo tipo de anécdotas y hazañas.
Desde luego, un libro especial para los amantes de las mascotas, sobre todo de los gatos.
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9.- Hopeless. Tocando el cielo, de Colleen Hoover.
¿Sabéis cuando os topáis con un libro que os destroce por dentro y os haga pensar seriamente en la vida, que mientras lo léeis no podéis con todo ese sufrimiento, pero seguís adelante, con la congoja más grande jamás narrada, porque la historia es dolorosamente viciante? Pues esa es la razón de por qué Colleen Hoover se ha colado en esta lista.
Hopeless. Tocando el cielo ha marcado un precedente en mis lecturas relacionadas con los romances adolescentes, o simples dramas románticos. Aunque posee una historia más que hiperbólica donde toda casualidad es poca, lo que realmente me ha cautivado es la prosa de Hoover, siempre delicada, siempre atenta a destrozarte el corazón con cada detalle, pero también rebosante de sentimiento y dolor por sus personajes. En adición, un romance que hace historia, dos personas que el destino ya tenía unidas entre sí y nosotros somos testigos de ese amor que una vez empezó a florecer.
Hopeless. Tocando el cielo es doloroso y retorcido, pero también precioso y esperanzador. Lo disfruté y lo leería eternamente.
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10.- Hasta que llegaste, de Kristan Higgins.
Y no podía faltar una autora que he redescubierto este año con varias novelas frescas y románticas, pero he escogido Hasta que llegaste porque me toca la fibra sensible al rememorar el primer amor, el que siempre perdura en el corazón.
Higgins tiene una habilidad única para aportar personalidad y calidez a sus personajes, pero de todas sus protagonistas, me quedo con Cordelia, por ser extraordinaria, por ser el patito feo reconvertido en cisne, porque su historia podría ser la de cualquiera, pero la férrea determinación con que ve la vida, debería ser la visión de todos.
Escojo Hasta que llegaste porque me ha ablandado el corazón con una tierna historia de amor, pero también porque me ha hecho reír a mandíbula batiente con este batiburillo de personajes simpáticos, al mismo tiempo que me ha hecho suspirar por un romance así de espléndido y único.
Como veis, Higgins me produce todo tipo de reacciones y sentimientos, y al sentirme tan identificada con Cordelia con ciertos aspectos de su pasado, este libro se me ha hecho muy especial. Muy divertido y entrañable, pero también cercano e íntimo.
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¡Pero no os vayáis! Porque aún quedan...
Los Premios Golden Raspberry, también conocidos como Razzies, surgieron en 1980 como un complemento de los Oscar, enfocados a premiar a lo peor de la industria cinematográfica estadounidense en clave de humor.
Como comentaba arriba, 2014 ha sido un buen año de lecturas, y aunque la gran mayoría han sido interesantes y memorables, sí que ha habido un par que han conseguido un aprobado justo, más que por aburrimiento, por decepción por una trama que podía dar más de sí. No obstante, como sí tuvieron una parte que me gustó bastante como para compensar sus defectos, finalmente los Razzies han sido benévolos.
1.- Mi primer beso, de Beth Reekles.
Un libro que no conseguí terminar de lo irritante, hormonado e ilógico que me parecía. Los argumentos de por qué está en este puesto, sobran.
Las críticas prometían una historia fresca y real como la vida misma, pues estaba escrita por una adolescente, pero parece que hay un abismo entre lo que viví yo en el instituto y lo que hay hoy día, porque desde luego no he visto protagonista tan irritante de lo perfecta y simpática que era, siempre amiga de todas y deseada por todos, sin ningún enemigo ni problema más que la inocentada de que vive suspirando porque nunca la han besado, muy a lo Drew Barrymore en sus mejores años.
Pero no, Mi primer beso aparece en este puesto porque es una historia ilógica, con una protagonista que va de puritana por la vida, lamentándose de no haber sido nunca besada, para luego tomarse el sexo como un mantra más, dándoselas de adulta y todas esas tonterías que piensan los jóvenes que son. Seriedad y coherencia, señores. Si a este desconcierto le añadimos que la historia está plagada de escenas tópicas de películas teen, encabezada por la del chico rescatando a la damisela borracha, no es de extrañar que soltara este libro como si estuviera poseído por el demonio.
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2.- La venganza viste de Prada, de Lauren Weisberg.
Decepción. Claro ejemplo de que segundas partes nunca fueron buenas. Una razón de peso para no dejar que lo autores continúen obras que ya estaban bien como estaban.
Podría tolerar una continuación situada varios años después, con los personajes rehaciendo -bien o mal- su vida, pero no tener que tragarme 400 páginas de morralla con un personaje totalmente deshechable y sin el carisma de antaño, y que la famosa Miranda no aparezca más que en un par de escenas.
Solo me pregunto por qué Weisberger ha desgraciado a un personaje tan centrado y profesional como era Andrea para convertirla en una mujer estúpida y obsesionada con la familia, pero que tampoco haya conseguido perfilar el carácter endemoniado de Miranda también tiene su delito,
Por suerte, es una segunda parte prescindible y me quedaré con El diablo viste de Prada, sin más.
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Y hasta aquí el primer ranking.
Balance 2014 Nube de mariposa
Mejores y peores lecturas 2014
Mejores y peores películas 2014
Mejores y peores series de televisión 2014
Mejores canciones 2014
¿Habéis leído alguno? ¿Qué os ha parecido?