Balance 2014: Mejores y peores series de televisión

¡Nueva entrega del Balance 2014 del blog! Hoy, para terminar la semana y ya despedir el año, os comento las series del año. Espero que coincidamos en algunas, y sino, que os gusten mis recomendaciones.

Este año he podido disfrutar de más series de televisión que el año anterior, así que he podido nominar varias. Quizá me hubiera gustado tocar otros géneros y no centrarme en mis preferidos, así como probar varias que empecé  a principios de año y se han quedado en la pausa. Aun así, ha sido un buen año de series, y espero que 2015 pueda retomar las paradas, continuar las aquí mencionadas y conocer muchas, muchas más. 

1.- Sobrenatural.
Volvemos a vernos las caras con Sobrenatural, mi serie preferida por antonomasia.
Confieso que la dejé un poco apartada el año pasado porque ciertos hechos en la trama creados por Kripke no fueron de mi agrado, pero tras darle una segunda oportunidad y llevarla ya casi al día, tengo que nominarla de nuevo como mi mejor serie del año, porque solo los hermanos Winchester saben amenizar la tarde cazando monstruos y matando hijos de puta, continuando el negocio familiar, pero aportando una interesante trama relacionada con fantasmas, hombres lobo, ángeles caídos, demonios y todo lo que se tercie.
Nuevos personajes, nuevos entresijos, un drama dosificado y la presencia omnipresente de lo paranormal. No es pretenciosa ni deslumbrante,  pero sí más que efectiva. 

2.- Almost Human.
Esta potencial serie de ciencia ficción sobre androides e Inteligencia Artificial fue cancelada al poco de empezarla, pero no me dejé llevar y la terminé. Y es doloroso saber qué nunca más sabré sobre Dorian, interpretado por un encantador Michael Ealy, y de sus inquietudes existenciales.
No entiendo demasiado por qué una historia repleta de acción y con el suculento componente de la ciencia ficción, centrándonos en un mundo futurista donde los robots son usados para el bien y tenemos un protagonista androide con sentimientos, no gusta a la audiencia, porque aunque a veces nos ofrezca un discurso reiterado, posee mucho potencial y se hace muy oscura y viva.
La recomiendo encarecidamente si os llama poderosamente la IA, pues aunque con un final que debía continuar, podemos darnos con un canto en los dientes con el desenlace de una subestimada primera parte.

3.- My mad fat diary.
La sorpresa del año, desde luego. Recelaba de las buenas críticas y de que pudiera gustarme una serie sobre adolescentes, pero tras darle una oportunidad al piloto, cambié rápidamente de opinión.
No solo tenemos a una protagonista realista, sin atractivo alguno y rodeada de inquietudes y complejos, sino que en conjunto con los demás secundarios y el instituto, crean una trama con mucha sustancia, real y divertida, pero también muy desoladora y cruel, que nos hace rememorar nuestros propios años adolescentes.
He conectado mucho con Rae, incluso en sus peores momentos y en sus grandes cagadas, porque es y será de las protagonistas más complejas, divertidas pero dramáticas, que podré encontrar en una serie.
Si buscáis la tragicomedia, recordar lo que un día fuisteis,  pero también conectar por todo lo que se muestra, estáis tardando en verla.

4.- The Walking Dead.
Otra serie que repite ranking, y es que la nueva temporada de The Walking Dead empezó y terminó como a mí me gusta: con sufrimiento, sangre y zombis.
En alguna que otra ocasión he comentado que es una serie de zombis sin zombis porque se regodea demasiado en el dolor humano, y aunque cierto es que, llegado un momento, el peligro se encuentra en los vivos que en los muertos, yo prefiero ver de tanto en tanto la pantalla salpicada de sangre y vísceras.
Empezó con un inicio potente, hablándonos de la Terminal y los caníbales, y fue mejorando con la inserción de nuevos personajes, nuevos problemas y nuevos dramas. Los giros han sido brutales y el último capítulo ante el parón navideño ha sido digno de mencionar. La estética sigue espléndida, es aterradoramente visual y la supervivencia mejora con cada episodio.

5.- Helix.
Otra serie de ciencia ficción densa y compleja con la interesante partida de un virus aislado en el Ártico. Buscaba una historia de emociones fuertes y de las que te obligan a pensar e hilar todo tipo de hechos, y Helix fue la candidata perfecta.
Helix está muy bien hecha, visualmente impacta y posee unos personajes profundos y oscuros a partes iguales. Cada capítulo es una nueva teoría, con nuevos sospechosos, antiguos descartados y la constante paranoia de cuál es el origen del virus y quién está realmente infectado. Aunque descartaría el drama suscitado entre los amoríos y los linajes familiares, me quedo con las investigaciones a contrarreloj para parar el que podría ser una enfermedad a escala mundial. Y a medida que nos adentramos en la trama, más nos va licuando el cerebro. Sublime.

6.- Jane the Virgin.
Sí, Jane the Virgin está entre mis mejores series del año, porque lo es, aunque no lo parezca. Parece una broma pesada sobre una supuesta virgen que se queda embarazada milagrosamente, pero tras ver el piloto, tras desternillarme de risa, tras sorprenderme de la locura con que actúan los actores, me di cuenta de que me había enganchado con gusto a una telenovela americanada llena de latinos y mucho, mucho humor.
Es difícil recomendar esta serie sin que te obsequien con una mirada de desconcierto y hasta de reproche. Es un tanto absurda y ñoña, riéndose de las telenovelas pero siguiendo un patrón muy parecido, pero debajo de la trama base del embarazo milagroso de Jane, se encuentran los personajes más encantadores, más hilarantes y únicos que veréis en mucho tiempo. Sí, destila mucha telenovela, muchos giros y líos inmensos,  pero esconde mucho más de lo que parece.

7.- Orange is the new black.
Una de las series del año y toda una revelación para mí. Aún no he probado la novela de mismo nombre, pero devoré las dos primeras temporadas en cuestión de días y a día de hoy aún estoy hambrienta.
 No es solo la singularidad de hablarnos de una cárcel de mujeres sino, ante todo, de la cercanía con que se nos plasma su vida en ella y la de las mujeres que habitan. Aunque en un primer momento parezca la serie perfecta para dar rienda suelta a las fantasías de algunos, acabamos constatando lo difícil que es la vida de las reclusas, los problemas de la jerarquía, los miedos al contacto o a la traición, la añoranza del exterior, a una realidad ya conocida. En adición, todo tipo de mujeres más que bien plasmadas, que se nos hacen humanas y auténticas, con sus pasados y presentes para unirse en su batalla por sobrevivir a una etapa indeseada de la vida. Muy, muy recomendable.

8.- The 100.
Otra serie revelación es la adaptación de las novelas juveniles de Kass Morgan, que aunque he preferido siempre la historia de los libros por tener más sustancia, me quedo sin dudarlo con lo visual y trepidante de su adaptación a la pequeña pantalla.
Mientras cuento los días para una nueva temporada, me quedo con lo refrescante que ha sido esta serie futurista, repleta de acción, impresionantes paisajes postapocalípticos y efectos especiales, hablándonos de los supervivinetes de la Tierra, los problemas de la radiación y las disputas por el territorio. En un principio parecía una simple historia de los supervivientes de la nave en la nueva Tierra, pero a cada capítulo mejora y ensalza la historia original, sobre todo por constatar que la Tierra nunca estuvo deshabitada del todo.

9.- Falling Skies.
Y otra serie más de ciencia ficción, esta vez, de una invasión alien, producida por Steven Spielberg.
Ahora que es un género que está llegando con fervor a nuestro país, quería probar algo grande, y qué mejor que una serie de varias temporadas con un sinfín de personajes y alienígenas duros de pelar.
Empieza un poco típica, pero poco a poco vamos conociendo a la parte enemiga, la alienígena, la importante, y comprendemos sus deseos respecto a la Tierra y los humanos. Aunque parte de ciertas ideas ya mascadas, visualmente es potente y se entreve una trama aún por pulir y descubrir. Por mi parte, destaco que es muy interesante que se nos permita conocer de cerca los pensamientos y emociones de los invasores, para demostrar que no solo los humanos tenemos instinto de supervivencia.

10.- Con el culo al aire.
Y  termino mi balance con una serie española, una comedia que está más que en sintonía con nuestra realidad y, por ende, merece un visionado.
Con el culo al aire es de un humor cínico sobre la crisis y nos habla de la vida que llevan los personajes en un camping, de las penurias que pasan para seguir adelante, pero también de ver la vida con humor y esperanza. Puede que no haya recibido muy buenas críticas, pero a mi parecer, posee unos gags hilarantes y más de un personaje estrámbotico que nos hará reír a carcajadas, además de tener un elenco de actores potente, a destacar a Raúl Arévalo, que le otorga una personalidad propia al a historia. Y lo mejor, sin duda, se escaquea de los dramas y los romances empalagosos entre personajes y se centra en lo peor: la crisis española, pero con humor.
No os dejéis engañar por ser española. Es divertida, actual y crítica en su interior una vez lo desenvuelves.

Y ahora, terminamos con... ¡los Razzies!
Los Premios Golden Raspberry, también conocidos como Razzies, surgieron en 1980 como un complemento de los Oscar, enfocados a premiar a lo peor de la industria cinematográfica estadounidense en clave de humor.
Como comentaba más arriba, me han quedado varias series en el tintero de las que no puedo opinar abiertamente por haber visto pocos episodios, pero sí que tengo una seria candidata que, tras visionar sus otras temporadas y esperar mucho de su potente tráiler, he acabado decepcionada, más que decepcionada... 

1.- American Horror Story: Freak Show.
Sí, clamad al cielo, ahogad un grito, maldecidme, pero esta cuarta entrega de la serie de Ryan Murphy me parece que roza el aburrimiento.
No solo porque es un plagio descarado de FREAKS, sin inventar ningún personaje y simplemente cambiando un nombre por aquí y un aspecto por allá, sino que además no posee una historia escabrosa u oscura como las anteriores.
Con un guión pesado, unos actores que parecen no estar en su mejor momento interpretativo, sin la oportunidad de experimentar con ellos gracias a la tecnología que poseemos (y no, no hablo de la increíble chorrada de pegar una cabeza a Sarah Paulson), ante todo la destaco por su falta de originalidad y terror. Los personajes y el escenario no me dicen nada, ni siquiera las pocas escenas de gore con las que contaba. Visualmente es atrayente, pero no resulta espeluznante ni extravagante, y para mí, eso es perder parte de la esencia de la obra. 

Y hasta aquí el tercer ranking.

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¿Habéis visto alguna de estas series? ¿Qué os parecen?