Decime la verdad, llega esta época del año y no podes evitar hacer balances. Pensar en lo que hiciste, en lo que no… en lo que te salió bien y en lo que es preferiblemente olvidable. Te preguntas y re-preguntas, te cuestionas, te pones bajo la lupa. Recordas.
Y para este espacio, decidí hacer justamente eso: Recordar. (Pero solo lo olvidable!)
Elegí recordar cuáles fueron esas series de estos últimos años que de alguna manera me decepcionaron. Series que empecé a ver con todo el entusiasmo del Universo, y que como por arte de magia, Puf! Decidí dejar de ver. Algunas de ellas ya estaban encaminadas hacia el fracaso desde el día uno, otras… otras me rompieron el corazón.
- Pushing Daisies: (Sí, ya sé, serie minitah. Rianse ahora o callen para siempre, caramba!). Fue amor a primera vista… y lo recuerdo. Su primer temporada fue simplemente todo. La temática, los personajes, la fotografía, la historia, la música, los actores… el narrador. Insuperable. Sin embargo, el último capítulo de la primer temporada fue vaticinio de lo que venía. Quisieron lucrar un poco más, alargarla y se les fue de las manos. No terminé de ver la segunda temporada. No sé cómo terminó esa historia de amor. Confieso que casi no me importa… prefiero quedarme con los lindos recuerdos de la primer temporada.
- Héroes: Por el amor de Jebus que alguien me explique qué pasó con esta serie! Tampoco terminé de verla. No sé quién ganó, quién se murió y quién vivió feliz para siempre. Las últimas temporadas fueron un fiasco! Pero yo, ya estaba enganchada, me daba lastima dejar de ver una serie por la mitad… no fui tan fuerte. Llegó un momento en el que ya realmente no me interesaba lo que estaba pasando. Se terminó el amor.
- Flash Forward: Lo admito. Empecé a verla entusiasmadísima. Sí, me pareció original. Sí, creí que iba a ser entretenida y original. Y lo fue… hasta la mitad de la temporada, hasta el receso. Cuando volvió a la pantalla era lo mismo que la nada misma. Que nos morimos, que no nos morimos. Que se acaba el mundo, que no se acaba. Me aburrí, y la dejé de ver. Me contaron el final y agradecí haberme dado por vencida.
- Lost: Paramelacalesita! Y léeme antes de tildarme de hereje! Amé Lost… sus primeras temporadas. Fui una de las que, al haberse perdido las dos primeras temporadas al aire televisivo, hizo maratones interminables y de corrido. Sí, fui una de las que fue a trabajar casi sin dormir porque todo se resumía a “Un capítulo más y listo”. Fui una de las que intento EnLostizar al mundo. “No te puedo explicar de qué se trata, mírala, te va a encantar” repetía cual loro. Pero… todo lo que empieza tiene un final. En el preciso momento en el que Ben hacer girar la rueda mágica y la isla se traslada… que queres que te diga, me desenamoré. Fue como haber encontrado al amor de mi vida con otra. Se acabó el amor, del todo… pero, nos habíamos querido tanto que la vi, hasta el final. Y me decepcionó.
- Mental: Creo ser (probablemente) la única persona en este Planeta que seguía esa serie. Por eso la habrán levantado, imagino… Pero a mí me gustaba, señores! Y su final fue… triste. Obviamente la cancelaron por falta de espectadores, pero se esmeraron tan poco con el final, que me dio lastima. La tiraron por la borda. No que le importase a mucha gente, pero… ufa.
Pros y contras. Ying y yang.
Vos… ya hiciste tu balance? Contame qué series te rompieron el corazón… así las olvidamos juntos.