Balance isidril
Enrique Mazas y Teo Sánchez en el blog de Clarín
El pasado jueves concluía la Feria de San Isidro, un ciclo que, aunque sobre el papel era para algunos el mejor de los últimos años, al final nos ha dejado un sabor agridulce. La última semana del serial ha venido acompañada de polémica: una Puerta Grande para César Jiménez de escasa entidad, un fracaso mayúsculo de la ganadería de Palha y un corridón de Cuadri con una destacada actuación de Iván Fandiño.
Terminó así una Feria de San Isidro marcada por tres Puertas Grandes para toreros de a pie: Alejandro Talavante, José María Manzanares y César Jiménez. Todas ellas de distinto calado y varios toros sueltos que han salvado el honor de un buen número de ejemplares con la casta bajo mínimos. Además de una nueva hornada de novilleros que han dejado, en conjunto, sensaciones muy positivas.
En el otro lado, el de las sombras, la presentación vergonzosa de varias corridas en una plaza que siempre se ha distinguido por cuidar ante todo al toro. La empresa, Taurodelta, con un petardo estrepitoso de sus veedores; unos veterinarios sin criterio;y los entresijos de los apoderados que, siempre con la complicidad de algunos ganaderos, han propiciado un cóctel de garrafón que ha hecho flaco favor a la primera plaza del mundo. Junto a ello, figuras de perfil muy bajo de compre dos y llévese tres y un segundo escalafón de matadores que, en su mayoría, no sabe ni dónde está ni hacia donde quiere ir.
Pero, además, gran parte del público que ha acudido a los tendidos del coso madrileño han devaluado la categoría de la plaza, animados por una presidencia de comunidad de vecinos. Se han traído el Síndrome Orejero de casa como si se tratara de una competición en la que Menganito tuviera que ver cortar más pelúas que Fulanito la tarde que va a los toros. Un fracaso del que también somos culpables los medios de comunicación. Muchos de ellos, pregonan a los cuatro vientos alegría y fiesta cuando el llanto sería lo más recomendable. Falta didáctica y sobre vender una moto casi siempre gripada. Si Las Ventas es el termómetro de la Tauromaquia, la cosa está fastidiada, por decirlo suave.
Y por si fuera poco, ahora -utilizado un término futboleto- la caverna mediática de un grupo de comunicación lleva varias semanas promoviendo una campaña contra José Tomás. Una Vendetta en toda regla en la que se están utilizando todo tipo de falacias para desacreditar a la máxima figura del toreo de nuestro país. Y todo sin que todavía haya pisado un ruedo desde la gravísima cornada que sufrió en Aguascalientes.