Este español de origen vasco ha sido y es uno de los referentes en el mundo de la moda, precisamente este modisto y diseñador es uno de los que más imitaciones sufren y, además, es el modisto de alta costura más importante del panorama español. Contemporáneo de otras celebridades en el mundo de la moda como son Christian Dior y Coco Chanel, nació en 1895 en la provincia de Guipúzcoa y muere en 1972 en la de Alicante.
Cómo se hizo diseñador Balenciaga
El cómo Balenciaga consiguió lanzar su carrera como diseñador es una anécdota muy interesante. Como he dicho anteriormente, nace en Guipúzcoa, exactamente en Guetaria, lugar donde veraneaba la Marquesa de Casa Torre. Esta misma, que conocía las inquietudes de este joven diseñador que por aquel entonces contaba con tan solo trece años, le dio la oportunidad de demostrar su talento dándole un trozo de tela y uno de sus vestidos más exclusivos con la intención de que lo copiara; y así fue, Balenciaga consiguió hacer una réplica tan extraordinaria del vestido que asombró a la Marquesa, tras lo cual decidió ser desde su mecenas.
El comienzo de una firma con toques japoneses
A partir de aquí su carrera fue tomando un rumbo vertiginoso en España que se vio truncado cuando comenzó la Guerra Civil. Este acontecimiento histórico hizo que trasladara su taller a la capital francesa.
La marca Balenciaga se caracteriza por una percepción de la mujer más japonesa que occidental, de ahí que sus modelos destaquen mucho la nuca de la mujer, parte femenina que resulta muy erótica en la cultura nipona, desplazándose así a un segundo lugar al pecho, a la cintura y a la cadera, partes hasta entonces sumamente destacadas en la mujer. Además de esta característica hay otras en sus colecciones como una presencia importante de vestidos negros o vestidos con cola de pavo real, las mangas japonesas, abrigos cuadrados sin cuellos ni botones, los hombros caídos, la cintura pinzada, los impermeables transparentes, los tejidos con pedrería, lentejuelas o bordados y, sobre todo, las formas volumétricas. Le daba vital importancia al movimiento que el vestido debía tener al caminar.
Se decía de Balenciaga que era capaz de crear un vestido de un trozo de tela sin dedicarle apenas tiempo. Sus clientas eran de la alta sociedad y era capaz de crear vestidos para ellas sin pruebas alguna, como la propia Marlene Dietrich pudo corroborar.
No solo destacó por su costura sino también por su estilo al llevar la empresa. Realizaba desfiles privados y no recibía a los clientes sin cita previa. Se negó, en principio, a unirse a la Chambre Syndicale de la Haute Couture y, más tarde, ya unido a ella, se separa por no presentar su colección en la fecha acordada por aquella. De ahí que la Chambre Syndicale de la Haute Couture no considere los modelos de Balenciaga de la alta costura, realmente no lo son legalmente.
Hoy en día la firma sigue en pie y son precisamente sus bolsos de piel y sus zapatos los más deseados. Es verdad que la firma sufrió un largo letargo desde 1968 hasta la llegada de Nicolas Chèsquiere que consiguió relanzar la firma y volver a ponerla en un lugar privilegiado en el mundo de la moda. Hace unos días se ha realizado un comunicado en el que se expresa la separación de Chèsquiere y Balenciaga, el cual dejará de ser empleado de la firma exactamente el 30 de este mes.
Como curiosidad, en su pueblo natal, Guetaria, lugar donde también nació Juan Sebastían Elcano, encontramos un museo que recoge sus modelos.
Acabo el artículo con palabras propias del modisto: “un buen modisto debe ser arquitecto para la forma, pintor para el color, músico para la armonía y filósofo para la medida”.