¡¡¡Lo prometido es deuda!!! El lunes os enseñé en stories de Instagram esta maravilla, os gusto mucho,o al menos eso decían todos los mensajes que me enviasteis. Así que me he puesto las pilas y he sacado tiempo de donde no lo tengo para poder publicar hoy la receta de uno de los clásicos de la repostería del sur de EEUU. Con todos ustedes........ Banana Pudding
Os diré que hasta este verano no había oído hablar de esta receta, algo parecido había visto en fotos, pero a decir verdad, como el plátano no es una fruta que me apasione y menos en postres, pues no le había hecho ni caso. Pero a mi hija menor, Carmen, es plátano le vuelve loca, al contrario de su hermana mayor, Mar, que no lo puede ni ver, ni oler, ella lo achaca a las papillas que tomaba cuando era pequeña, no sé yo, pero el caso es que lo odia a muerte, es superior a sus fuerzas.
El caso es que este verano pasado volvieron a Florida y fue cuando Carmen probó en un restaurante el Banana Pudding, me mando fotos, buscó recetas, incluso vino con las galletitas que se usan para hacerlo, vanilla wafers. Son unas galletas duritas, con un sabor a vainilla espectacular. Con la caja que me trajo Carmen tengo para poder repetir la receta, pero..... y cuándo se terminen, ¿ qué vamos a hacer? Oh my good!!. Pues yo he pensado varias cosas:
- Buscar una receta de galletas que se le parezcan y hacerlas yo
- Poner bizcochos de soletilla de los que venden en el super
- Buscar lenguas de gato en una pastelería
El Banana Pudding consiste en capas alternas de galletas, plátano troceados y una especie de crema pastelera o natillas. Y coronando un merengue gratinado en el horno. Nosotros lo probamos frío, de la nevera y bueno a mi ni fu ni fa, pero ya os digo que a mi los postres con plátano no me gustan. Pero mi hija dijo que en Florida lo probó caliente, tibio más bien y es estaba mucho más rico. Así que el resto de las veces le hemos dado unos segundos de microondas y sabe a gloria bendita, como dice mi hija "está para tirar cohetes". Incluso a mi me ha gustado y mucho, pero ya os digo, templadito mucho mejor, los sabores se potencian y es una explosión en la boca.
Antes de liarme con la receta visite varias páginas web americanas, casi todas usan un preparado para natillas, y es que a los americanos les chiflan los preparados. Pensé hacer natillas de sobre pero mi hija me dijo que de eso nada, que hiciera yo natillas o crema pastelera, que de polvos nada de nada. No sabe nada esta niña!! El caso es que al final dí con una receta que hacía una especie de crema pastelera y yo la he adaptado un poco, menos azúcar que a los americanos les encanta poner azúcar a porrón.
Con natillas, crema pastelera o lo que sea, el procedimiento o montaje del pudding es siempre el mismo, aunque sí he visto que algunas veces lo presentan en formato individual, lo cual me parece muy acertado, ya que se desmorona al cortarlo y de esa forma te evitas cortar porciones. Pero hay que tener en cuenta, que hay que introducir en el horno para dorar el merengue, por lo tanto tendréis que usar vasos o copas aptas para horno. Otra opción es tostar el merengue con un soplete de cocina.
Por los visto, y según me ha contado mi hija, es habitual tomarlo a cucharadas del mismo recipiente donde se sirve, pero a mi sinceramente, eso no me hace mucha gracia estar metiendo todos ahí la cuchara, chupetearla y volverla a meter, así que nosotros lo hemos cortado como hemos podido y al plato, incluso algunas de las veces me lo he puesto en un bol y así me lo he comido mucho mejor. Sin olvidarnos de darle un pequeño golpe de calor en el microondas.
Hacer la foto del corte y que saliera medianamente decente fue un poco complicado porque ya os digo que no queda un postre compacto como si fuera una tarta, pero quería enseñaros el interior, ya que me olvide de hacer fotos del paso a paso. Son capas alternas de galleta, plátano en rodajas y crema de vainilla, yo he puesto dos capas. Y se termina con las claras montadas a punto de nieve y gratinadas en el horno.
Es un postre que hemos notado que mejora con los días, la galletita se va empapando de los sabores y se pone blandita y muy rica. El meregue es lo que se va poniendo más feillo, ya que se va bajando pero vamos, es ponerse ya muy tiquismiquis.
Como repetiremos, haré un paso a paso para que veáis como se hace, incluso puede que me líe la manta a la cabeza y haga hasta vídeo receta, pero no prometo nada!
Ya sabes, sí te gustan los plátanos mucho o poco, esta receta te va a gustar mucho, mucho. Y como me temo que estas galletitas no las tenemos en España, ya sabes, lenguas de gato o bizcochos de soletilla.
El molde que he usado es una fuente rectangular de gres de 28x16x7 para que te hagas una idea.
Vamos a por esta súper receta!!!
Banana Pudding
Ingredientes:
- 170 gr de leche entera
- 80 gr de azúcar blanca
- 30 gr de harina
- 3 yemas de huevo
- 1 cucharada de mantequilla
- una pizca de sal
- 2 cucharaditas de pasta o extracto de vainilla
- 2-3 plátanos maduros
- 150 gr aproximadamente de vanilla wafers ( bizcochos de soletilla o lenguas de gato
- 3 claras de huevo
- 1 cucharada de azúcar blanca
- 1 cucharadita de extracto o pasta de vainilla
Elaboración:
- Precalentar el horno a 200 grados con calor arriba y abajo.
- En un bol mezclar la leche, el azúcar, la harina y la sal.
- Verter la mezcla en un cazo y calentar a fuego medio alto.
- En el mismo bol, batir las yemas y agregar al cazo con la mezcla de leche caliente.
- Bajar la temperatura y remover constantemente la mezcla con unas varillas de mano hasta que la mezcla espese, de 10 a 15 minutos.
- Retirar el cazo del fuego y agregar la mantequilla y la vainilla. Remover hasta que estén todos los ingredientes bien mezclados. Reservar.
- Cubrir el fondo del molde con las galletas, poner encima una capa de plátano cortado en rodajas y cubrir con la crema de vainilla que estará caliente. Repetir la operación, galletas, plátano y crema de vainilla.
- Verter las claras en un bol con el azúcar y montar a punto de nieve. Cubrir el pudding con las claras.
- Introducir en la zona central del horno precalentado y hornear hasta que se doren, aproximadamnete 5 minutos.
- Sacar y dejar reposar unos minutos. Se puede tomar caliente, es como más rico está.
- Conservar en el frigorífico. Se puede tomar frío de la nevera pero os recomiendo cortar vuestra porción y calentar unos segundos en el microondas, está mucho más rico.