Bar de hielo en Madrid

Como ya hace más de 10 días que ha terminado el invierno y ha comenzado la primavera, si eres de lo que se siente mejor estando a unos cuantos grados bajo cero, o empiezas a echar en falta el ponerte guantes, bufanda e ir bien abrigado; te proponemos que pases por IceBar Madrid, y que te sientas como en el auténtico polo norte.

IceBar Madrid, se encuentra en el pleno centro de Madrid, en la calle Conde de Romanones 3, junto a la estación de metro de Tirso de Molina (línea 1), situándose así muy cerca de la Puerta del Sol y de la Plaza Mayor.

El local de tamaño es normal, y la vez que hemos estado, hace unos meses eso sí, se estaba cómodo ya que no había un exceso de público, pero que de deducimos que pueden entrar alrededor de unas 60 – 70 personas. El elemento protagonista es el hielo, como es lógico,  del que podremos disfrutar en forma de esculturas adornando el local y de lo que es en sí el propio Bar con sus sofás, mesas… todo ello realizado como hemos dicho, en hielo. También dispone de otra sala, en la que se podrán adquirir por ejemplo botellas de agua de los lugares más remotos del mundo y otro tipo de merchandising todo ello decorado con fotografías relacionadas con el clima polar.

El precio de la entrada son 15€ con una consumición y el tiempo recomendado son 45 minutos, con más tiempo se puede empezar a notar la baja temperatura si no se va adecuadamente abrigado, aunque esto no es problema, ya que en el propio local te pueden proporcionar abrigo y gorro; o acaso estabas pensando que en plena primavera tendrías que ir cargado de abrigo y guantes¿?.
Como novedad, el próximo 28 de Abril de 2011,  realizarán una charla informativa a las 19:30h, en la que podrás apuntarte gratis en su página WEB, a parte de poder consultar cualquier otra información.
Se puede visitar de Lunes a Jueves de 17h a 23h, los Viernes y Sábados de 12h a 2 de la madrugada, y el Domingo de 12h a 23h.
Sin duda, un lugar diferente y que es recomendable visitar al menos una vez, el precio no es desorbitado y es perfecto cuando la temperatura ambiente empieza a ser agobiante.