Esta pestilente historia del asesinato de Bin Laden sigue sembrando dudas sobre el cómo, y el cuándo. Este asesinato nos deja cientos de interrogantes sobre la veracidad de la historia tal y como ha sido contada por el propio Obama, pero además, aunque todo fuera cómo ellos dicen que ha sido, el hecho no puede ser más vomitivo.
La desaparición del antiguo colaborador de la CIA, el criminal Osama Bin Laden, a mí me la trae al fresco. Sí me preocupa sin embargo varias cosas:
* La violación continua del estado de derecho* Que crean que la ciudadanía pensante somos profundamente estúpidos y nos tragamos cualquier historia, aunque ésta esté plagada de sapos y culebras.
La cuestión es de que ahora más que ayer el mundo es más inseguro y más frágil y es así porque ya tenemos algunas terribles certezas.
* La violación del territorio soberano de Pakistán por un grupo de mercenarios de la CIA, enviados por el Premio Nobel de la Paz para asesinar a un individuo.
* Las fuentes estadounidenses confirman que cuando entraron en la casa donde residía un supuesto Bin Laden, éste no estaba armado, sin embargo le tuvieron que asesinar porque se resistía. Me pregunto cómo se puede resistir uno a un batallón de mercenarios asesinadores, cubiertos de armas hasta las canillas, si uno está desarmado.
* La forma en que se enteran de dónde está su escondite. Según declaraciones del propio director de la CIA, Leon Panetta, se consiguió información a través de "técnicas de interrogación coercitivas", forma metafórica de decir: a través de innumerables torturas, entre ellas la tristemente famosa "técnica de la bañera" o "ahogamiento simulado".
El interrogado ha sido Khalid Sheik Mohamed, suspuesto cerebro del operativo de los ataques del 11S, capturado en 2003, (por cierto, nunca ha tenido un juicio) a través del cual llegan a la residencia de Bin Laden.
Defensores de Derechos Humanos han recordado al emperador Obama que durante su campaña electoral para acceder a la Presidencia, prometió, con contundencia, erradicar estas tácticas de interrogación, argumentando que suponen una "traición a los principios y valores americanos". ¡Cuán frágil es la memoria!
Ante tanto dislate, el pensamiento único europeo, que llámase así a los cerebros uniformes de los presidentes de los países integrantes de la Unión Europea, entre ellos nuestro inefable Zapatero, han tardado tan sólo unos instantes en vanagloriarse y felicitarse con la noticia, sin hacerse ningún tipo de pregunta, reflexión, crítica o similar.
Esta mañana, en sesión parlamentaria, Gaspar Llamazares ha acusado al Presidente de "no reconocer su silencio ante un hecho tan grave de terrorismo de Estado" por parte de la CIA. Zapatero ha contestado que "el destino de Bin Laden es un destino buscado por él mismo". (Me han contado mis cotillas de la Villa y Corte, que después de semajante y profunda reflexión, ha tenido que echarse una siesta para recuperarse)
Insisto en que esta historia de la que sólo sabremos alguna verdad si sigue existiendo plataformas como Wikileaks, ha venido estupendamente bien al personaje Obama, que en las encuestas de últimas horas ha subido como la espuma. Según la agencia Reuters, un porcentaje masívamente abrumador de ciudadanos americanos está a favor de la tortura.
En vista de lo visto, solicito que se nombre a Barack Obama Premio Innoble de la Paz.