Revista Viajes
Por Mirfak Rowland
Visitar esta provincia es embarcarse en una travesía en la que convergen las bondades de la naturaleza, el folklore, la gastronomía, el arte y la arquitectura colonial.
Barahona, ciudad de maravillas/ Con tus costas de mágica belleza/Donde puso su amor naturaleza/ En la playa sin par de "Saladilla"... Así se refirió a su tierra natal el ilustre intelectual Antonio Da Costa Gómez en uno de sus poemas, titulado: “Canto a Barahona”. Y es que el encanto de esta provincia de la región suroeste de la República Dominicana es, indefectiblemente, digno de los más sublimes versos.
Dejarse seducir por sus imponentes paisajes, por la riqueza de su patrimonio turístico y cultural, y por el trato afable y hospitalario de su gente, es algo a lo que todo aquel que la visite se verá expuesto en su viaje.
Sus paradisíacas playas, como Los Patos, El Quemaíto, San Rafael y Saladilla, así como el Polo Magnético, (donde es posible ver un automóvil subir una cuesta con el motor apagado y sin que nadie lo empuje), y la laguna de Rincón o Cabral, atraen cada año a miles de turistas nacionales y extranjeros.
Pero sus atractivos van más allá de balnearios y escenarios. Se trata de una localidad con emblemáticas edificaciones caracterizadas por su estilo vernáculo, como el Arco del Triunfo, la catedral Nuestra Señora del Rosario, el Palacio Municipal, el Hotel Guarocuya, las casas del ingenio azucarero y el edificio de los bomberos.
Quien decida embarcarse en esta gran aventura, disfrutará una experiencia en la que convergen las bondades de la naturaleza, el folklore, la gastronomía, el arte y la arquitectura colonial, por lo que es un gran privilegio poder encontrar tanta diversidad en un solo lugar.
Los frutos del mar, como el pescado caite y el dorado, forman parte importante de la propuesta culinaria. Esto es así por su proximidad al Mar Caribe.
“La Perla del Sur” también se luce con sus minas de larimar, lo que ha contribuido a dinamizar la economía de la provincia y a despertar la creatividad de muchos de sus pobladores. No puede faltar en el recorrido la visita a talleres artesanales en donde manos laboriosas confeccionan piezas coloridas y funcionales.
La producción de café, específicamente en el municipio de Polo, ha concitado la atención de quienes se dedican a la comercialización de esta bebida, mientras que otras actividades, como las fiestas patronales y su carnaval con pintorescos personajes congregan, cada año, a multitudes en un mismo espacio.
Alojamiento y diversión nocturnaLa comodidad de los turistas, en lo referente al alojamiento, ha sido tomada en cuenta por los propietarios de los hoteles de la localidad. La oferta es muy atractiva, con espacios confortables, ideales para parejas, familias y grupos.
Entre éstos, cabe destacar el Hotel Caribe, Costa Larimar, Gran Barahona, Gran Marquíz, Guarocuya, Cacique, Loro Tuerto, Las Magnolias y Playa Azul.
Las noches en Barahona invitan a la alegría, siendo el malecón el número uno en la lista de de diversión nocturna. La música contemporánea es la protagonista en las discotecas Ejecutivo Café, Lotus, Atlantic Disco Café y José Video, entre otras.
Sus últimos artículos
-
Visa participa en la V Semana Económica y Financiera del Banco Central
-
Grupo Therrestra terminará proyecto de lujo Terrazas de Juan Dolio
-
Participarán en el evento mundial Goût de France / Good France 2018
-
Puntacana Resort & Club será el anfitrión del primer PGA TOUR en la República Dominicana