Carnívora y muy negra es esta comedia francesa no apta para vegetarianos, que reparte puyas a diestro y siniestro sin dejar títere con cabeza, en ocasiones literal y muy sanguinariamente. El problema es que su particular premisa se agota demasiado pronto, cayendo en la repetición antes de alcanzar el ecuador de la película, por suerte retomando el interés a base de "sang i fetge" aunque para finalizar de un modo un tanto brusco y apresurado. Un altibajo de emociones que aún así no evitan que tenga momentos realmente divertidos cuando los chiste clasistas, veganos o racistas hacen acto de presencia. Mi puntuación: 5/10