Revista Cultura y Ocio

Barcelona inspira nadal

Por Catgo
“Qui no celebra el Nadal, és home que poc se val”.
El Natalis Invicti Solis. Como ya he explicado en otras ocasiones, la celebración de la fiesta del día de Navidad el 25 de diciembre tiene sus orígenes (según algunos expertos en cultura popular) en las celebraciones romanas del solsticio de invierno, que posteriormente adaptaría la iglesia católica a la fe cristiana para promover la conversión de los pueblos paganos. Asimismo hay que mencionar la coincidencia en el tiempo con la celebración de las saturnales romanas, cuyos actos sociales más importantes tenían lugar también para esa fecha.
Aunque estos días son fechas de banquetes de empresa, los que trabajamos para nosotros mismos no tenemos la suerte de poderlos disfrutar. No obstante, siempre pueda darse el caso de que te inviten a participar en un determinado evento que acabe sentado alrededor de una mesa, rodeado de buena compañía. Esta pasada semana participé en la #InstaWalk de #BarcelonaInspira donde, además de tener la oportunidad de recorrer algunos lugares de la antigua Barcelona rememorando tradiciones navideñas, tuve el gran placer de compartir unas horas con un grupo de grandes instagramers de esta ciudad.
BARCELONA INSPIRA NADAL
Como ya comenté en mi anterior post, dentro de la campaña que está llevando a cabo el Ajuntament de Barcelona durante estas fiestas, se invita tanto a barceloneses como a foráneos a convertirse en autores estrella de la historia de la Navidad en Barcelona, compartiendo las fotografías que difunden de la Ciudad Condal por la redes sociales junto al hashtag #BarcelonaInspira. La propuesta, que ya se inició a mediados de diciembre, está previsto que dure hasta pasado el día 6 de enero con la finalidad de cubrir todos los espacios, tradiciones y eventos que nos trae el calendario navideño en la ciudad.
Una original manera para sumergirte en la magia navideña que desprende la ciudad es callejeando con una cámara fotográfica o un móvil en las manos cuando ya se han iluminado las calles, e ir buscando rincones o espacios que te ayuden a evocar historias y tradiciones que nos hacen volver la vista atrás.
La historia de la Navidad en Barcelona está repleta de leyendas y tradiciones que, por extraño que nos parezca, todos tienen su porqué e incluso se pueden identificar con un lugar concreto de la ciudad donde se iniciaron o con el que se las relaciona, por lo que recorrer la ciudad siguiendo ese hilo argumental no es ninguna idea descabellada.
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Tal y como nos propusieron en la #InstaWalk puedes empezar paseando por las calles comerciales por excelencia, donde la iluminación juga un papel esencial en estas fechas y que iluminan la noche barcelonesa a modo de fuegos artificiales o trazos de luz y color en la oscuridad. Recorrer la calle Petrixol, santuario histórico de los dulces navideños, camino de la Plaça del Pi para recordar la desaparecida Fira de Sant Tomàs, y a continuación dirigirte hacia la plaça de la Catedral para visitar la emblemática Fira de Santa Llúcia. Retroceder hacia la Rambla y visitar la mítica administración de loterías Valdés, y desde allí darte un paseo hasta llegar hasta la plaça de Sant Jaume donde no podemos dejar de visitar el pessebre de rigor, que junto al árbol o el cagatió son tres tradiciones imprescindibles durante estas fechas, ya que autóctonas o foráneas todas ellas son tradiciones arraigadas a la ciudad. Siguiendo el paseo, dejamos Ciutat Vella camino de la Ribera recordando las costumbres paganas de la antigua Barcino, que la cristianización convirtió en fiestas religiosas de la nueva religión. Y de camino hacia el punto final de la ruta, no podemos dejar de visitar Santa Maria del Mar para hablar de los aguinaldos y el origen de las primeras paneras. Por último, finalizamos el paseo en Pla de Palau, a donde ya acabada la Navidad y llegado el fin de año solían acudir los más pequeños a buscar al Home del Nassos...

BARCELONA INSPIRA NADAL
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¿Sabías que...?
A pesar de que la iluminación navideña siempre se ha atribuido al deseo de los comerciantes para fomentar la predisposición al consumismo navideño, tiene su explicación en el origen pagano de estas fiestas, cuando a través del fuego se representaba a un sol ausente en el punto álgido del solsticio de invierno. Un punto de inflexión en el ciclo anual del astro rey, que daba paso a la finalización del su retroceso en el cielo.
Nadie puede negar que el turrón y las neules son los dulces estrella de la gastronomía navideña, a pesar de las actuales interferencias foráneas. Si el turrón es un dulce de marcada herencia del pasado árabe de la Península que empezó a elaborarse hacia el siglo XV, sobre las neules ya se tienen evidencias de que se consumían en el siglo XII, aunque era un privilegio exclusivo de las clases nobles. Existe una leyenda en la ciudad en la que se explica que el origen de ambos productos se debe a un certamen que, a las puertas de la Navidad, convocaron las autoridades entre los pasteleros y los confiteros de la ciudad con la finalidad de elevar la moral de la población que acababa de superar una mortífera epidemia de peste. El objetivo era elaborar una golosina que pareciese una piedra y otra que se asemejase a un pergamino. Los ganadores del concurso fueron el Sr. Turrón, que elaboró un dulce compacto y duro hecho con almedras y miel, y el Sr. Neula que ideó una especie de oblea crujiente y enrollada, que se rompía con facilidad. Tuvieron tanto éxito ambas golosinas entre los barceloneses, que a partir de entonces ya no se pudo entender una Navidad sin ellas.
La tienda por excelencia donde se pueden adquirir este tipo de dulces en Barcelona es sin duda la Planelles Donat, una tienda de dulces que comenzó como un negocio callejero sin establecimiento fijo, que ya en 1850 vendía sus productos en una parada de la Fira de Productes de Nadal de Sant Tomás. La supresión de esta feria, con la finalidad de modernizar el aspecto de la ciudad de cara a la Exposición Universal de 1888, hizo que los turroneros cogiesen la costumbre de instalar sus paradas de dulces en los portales de las casas, lo que explica el tipo de establecimiento que todavía conserva la empresa en la avinguda de Portal de l'Àngel y en la calle Cucurulla.
Y para acabar, aunque se considera que en 1843, y a iniciativa de un editor inglés con muy poco tiempo para felicitaciones llamado Henry Cole se imprimió la primera tarjeta para felicitar las navidades a la familia y a las amistades -costumbre que pondría de moda la propia familia real británica y que seguirían por imitación el resto de aristócratas-, se tiene constancia de la existencia en Barcelona de una felicitación navideña anterior. Se trata de la que mandó imprimir en 1831 la viuda del propietario del Diario de Barcelona, Antoni Brusi i Mirabent, con la finalidad de que se entregase a los repartidores del diario para que felicitasen a los suscriptores, y que se puede ver en el grabado que os incluyo a continuación.
BARCELONA INSPIRA NADAL
Para saber más:
Agenda de actividades navideñas
"Nadal a Barcelona": Tradición, solidaridad e ilusión

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