Barrera del Támesis, el gran escudo de Londres

Londres es una de esas ciudades que no puedes llegar a conocer en un solo día o viaje, ya que si bien tiene algunos puntos que son bien conocidos -Parlamento, Buckingham, etc.- tiene mil recovecos y lugares que todo viajero debería conocer; al menos por haberlos leído, que no siempre se puede uno poner a conocer cada fachada y portal de una urbe tan populosa.

Ya se ha hecho mención en el blog a algunos de estos sitios, como fue el post del inquietante Old Operating Theatre Museum, un quirófano digno de los cirujanos más carniceros del siglo XIX y que os recomiendo encarecidamente que visitéis si algún día tomáis un vuelo con destino a Londres. Pues bien, hoy vamos a ver otro de estos sitios peculiares, que si bien no tiene nada que ver con hospitales, sí que tiene “su miga”, se trata de la barrera del Támesis; una impresionante obra de ingeniería civil que protege Londres.

Uno de los problemas que a lo largo de la Historia ha tenido la ciudad de Londres es que el caudaloso río que serpentea su territorio ha tenido sus más y sus menos, llegando a desbordarse en bastantes ocasiones anegando las calles de la capital y, lamentablemente, causando muchos estragos y fallecidos a su paso. Y esto, sumado a que con el calentamiento global el nivel del mar esta subiendo, las tormentas están cada vez más “pletóricas” y que Londres es una urbe dénsamente poblada y de tierras bajas, se vislumbraba un negro futuro para el centro de la metrópoli, la zona más expuesta al Támesis. Y a tamaño problema tamaña solución: en 1982 se construyó una barrera móvil que controla el caudal del río y de la que no tienen constancia la mayor parte de los turistas y muchos londinenses.

La barrera del Támesis lo componen un total de 10 grandes compuertas móviles de acero que, linealmente, tienen una longitud de 520 metros; siendo la segunda barrera contrainundaciones más grande del mundo tras la de Maeslanthering, en Holanda.