Revista Cultura y Ocio

Basada en hechos reales. Delphine De Vigan

Publicado el 15 noviembre 2016 por Mientrasleo @MientrasleoS
Basada en hechos reales. Delphine De Vigan
     "Pocos meses después de que apareciera mi última novela, dejé de escribir. Durante casi tres años, no escribí una sola línea. Las expresiones estereotipadas deben interpretarse algunas veces al pie de la letra: no escribí ni una carta burocrática, ni una tarjeta de agradecimiento, ni una postal de vacaciones, ni una lista de la compra. Nada que exigiera un esfuerzo de redación, que obedeciese a una preocupación formal. Ni una línea, ni una palabra. Ver un bloc, una libreta o una ficha me producía náuseas."
     Y si yo ahora digo que fui de los lectores que disfrutaron de su anterior novela, podría, por el simple hecho de haberlo escrito, ser el personaje de su siguiente libro. Os lo explico. Hoy traigo a mi estantería virtual, Basada en hechos reales.
     Delphine es una mujer casada con un periodista y con dos hijos adultos que abandonan ya la casa. Presa del éxito apabullante de su primera novela, poco a poco va sucumbiendo al terror ante la perspectiva de escribir. La angustia provoca que no pueda escribir absolutamente nada. Y entonces aparece en su vida L, una mujer que trabaja como negro redactando supuestas autobiografías. Y L. comienza a ser su sombra, amiga, imprescindible, casi su dueña. Pero, ¿quién es?
     Hay escritores que reconocen tener un alter ego literario, otros juegan a la metaficción y hay un tercer grupo que escribe, con Karl Ove, que cuentan su propia historia. Y luego está Delphine De Vigan, que juega a ser ella misma en una novela que declara sus intenciones en el título. Reconocemos, y podemos comprobar, en el nombre y la biografía de la protagonista a la propia escritora y, no solo eso, además, si comienza la novela hablando de pasar tres años en verdadera sequía productiva, la autora ha tardado cuatro en sobreponerse al tremendo éxito de su anterior libro Nada se opone a la noche (¿os resulta familiar lo que os cuento? Releed la sinopsis). Todo parecen ser coincidencias, todo parece preparado, todo parece basado en hechos reales, en la vida de De Vigan. Y así es como la novela se transforma en un thriller angustioso. Pero ojo, ya habíamos visto las señales en las citas que se incluyen: son de Stephen King, algo no cuadraba, o tal vez sea ahora que ya hemos entrado en el juego. Si L parece adueñarse de la vida de Delphine, nosotros empezamos a obsesionarnos buscando posibles señales, si no aparece en una foto sospechamos, si ala autora no la ha mostrado a su escasísimo entorno... ¿ahora de quién estamos sospechando? Ese es el juego de De Vigan, el juego en el que nada es real aunque todo parezca estar reflejado en el espejo de la realidad.
     No acierto a adivinar lo complicado que tiene que ser escribir un libro que se nutre de las dobleces de la ficción, incluyéndose además como protagonista. Y no pienso, por supuesto, desvelar cuando hay o no de cierto en la novela, que la autora está comenzando a desvelar en alguna entrevista, porque creo que le restaría interés a un libro que se convierte en una presa imposible de soltar. De Vigan disfruta jugando con el lector angustiado que necesita obtener una respuesta, jugando con términos que oscilan entre demonios que respiran y otros internos, aún más peligrosos.
     Parece que estamos ante una escritora que se ha empeñado en turbar la paz de sus lectores, en la misma medida que se los gana como fieles seguidores. Al menos, eso es lo que me ha sucedido a mi.
     Y ahora que andamos en la fina línea que separa la realidad de la ficción, es cuando me surge la duda, ¿qué preferís a la hora de elegir vuestras lecturas, realidad o ficción?
     Gracias.

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