Por primera vez teniendo tres participaciones consecutivas en los Juegos, la celeste y blanca buscará disimular su falta de altura y la poca rotación con experiencia, inteligencia y garra, características demostradas en todas las participaciones de esta generación. Con Ginóbili y Scola como principales artífices, con todos los recursos que ya se conocen de ellos, más los tiros externos de Nocioni y Delfino y la conducción de Prigioni, Argentina buscará sacar ventajas en ofensiva, basado en su juego de equipo. En la banca no hay que menospreciar la explosividad de Campazzo, la garra y defensa que nunca faltan de parte de Jasen y Kammerichs y los aportes ofensivos que puedan hacer Leo y Juan Gutiérrez, otorgando minutos de descanso a las figuras. Mata y Leiva, los dos últimos jugadores en la rotación de Lamas, aportarán defensa y rebotes en los minutos que estén en el campo