El principal objetivo de este congreso fue mostrar la posibilidad de una Venezuela desarrollada tras las era post petrolera, donde es importante el cambio del modo de vida para superar la contaminación, y lograr el mantenimiento de la humanidad. El creador del evento fue Marcial Barrios, comunicador social, publicista y escritor que ha sido galardonado por su experiencia laboral.
Al finalizar, las organizaciones y presentes crearon un documento que será entregado a la Asamblea Nacional para que se unan a la lucha por el medio ambiente como la única manera de que el ser humano y sobreviva en este planeta, el único habitable conocido hasta ahora.
Venezuela es uno de los países más perjudicados por el cambio climático
El profesor Geovanni Siem, ingeniero de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo (FAU), consideró que debemos informar sobre los peligros del cambio climático en nuestro país, fenómeno que frecuentemente se desconoce o se niega, pero que es un problema global que nos está convirtiendo en víctimas. A estas palabras se sumó el geógrafo e investigador de la UCV, Antonio De Lisio, quien expuso que hacen falta políticas públicas nacionales para enfrentarlo, explicando que Venezuela se encuentra en situación de precariedad, donde el sur del país podría ser el más afectado por la falta de lluvias, así como la región centro-norte, algo que se verá reflejado negativamente en el sustento alimentario, creará desertificación y otros escenarios que afectarán la calidad de vida humana, como una profundización de la crisis eléctrica.
De Lisio expuso que existe una preocupación tanto en los aspectos científicos como socioeconómicos, debido a que la vulnerabilidad climática pudiera profundizar los problemas económicos que vive Venezuela, algo contradictorio con su principal fuente de ingresos en la actualidad, porque Venezuela es un país petrolero, industria que genera una serie de combustibles que contribuyen al cambio climático.
Por lo tanto, el profesor recomendó:
Que el país pase a una economía ecológica y circular.
Empezar un surgimiento con cero residuos.
Crear un transporte de combustible limpio.
Disminuir el transporte de carga urbana.
Reducir el consumo de gasolina.
Sanear el agua.
Promocionar la edificación sustentable.
Fomentar el ahorro energético.
Crear el tren del reciclaje.
Avivar el turismo ecológico.
Explotar el potencial de captación de carbono y otras áreas que pueden ser emblemáticas para la conservación de los bosques.
La panelista Loraine Giraud experta de la Universidad Simón Bolívar, sumó que en el ámbito local existe una gran potencialidad de incorporan las mediciones del aspecto físico básicos como el análisis de ríos, quebradas y otros detalles que necesitan que se aborden desde diferentes dimensiones y sin centralización del Estado para tomar decisiones con visiones actuales.
Asimismo, Reinaldo Martínez, de la Asociación Nacional de Investigadores Hospitalarios (ANIH), recomendó:
Disminuir el despilfarro de energía y otros recursos.
Tomar muchas medidas para evitar la crisis financiera, de alimentos, agua y ambiental.
Participar y capacitar a otras personas a través de las redes sociales y la autopista de la información: Internet.
Tenemos que dejar de depender del petróleo
El doctor Juan Carlos Sánchez, consultor ambiental en la industria petrolera, asesor técnico de las delegaciones venezolanas que participaron en la negociación de la Convención de Cambios Climáticos, Protocolo de Kioto en el año 2001, expuso sobre la transición energética, considerando que el tema es muy importante para el país porque el Gobierno Nacional se comprometió a un plan de reducción de emisiones en la Cumbre de Paris COP21, pero nadie la conoce y esta va a afectar la economía del país.
Sánchez explicó la transición energética como la transformación radical del esquema actual de oferta y demanda mundial de energía, al uso de fuentes renovables.
Informó que actualmente 1.300 millones de personas no tienen acceso a la electricidad y 2.600 millones no disponen de medios para cocinar de forma limpia los alimentos. Por lo tanto, en un planeta de 7.400 millones de personas, en el año 2050 la población va a llegar a 9 millones de personas, o sea que el consumo aumentará y cuando observamos la disponibilidad actual de recursos energéticos se constata que el petróleo comenzará a escasear a la vez que la contaminación producto de la combustión de sus derivados será un problema todavía mayor al de la actualidad, de dimensiones catastróficas si no se hace algo.
El doctor argumentó que cada vez habrá menos yacimientos fáciles de explotar a bajos costos –en Venezuela Pdvsa no es rentable desde hace tiempo– por lo tanto, cerca del año 2030 surgirán la necesidad inequívoca de una transición energética hacia fuentes más económicas y limpias.
Asimismo, dijo que las inversiones mundiales en petróleo y gas se han reducido en los dos últimos años. Otro indicio es que China disminuyó su consumo de carbón y este país representa el 50% del total mundial. En Alemania desde el 2011 está en marcha la transición energética incluyendo fuentes renovables y aumento de la eficiencia energética y en India tienen planes para desarrollo de energía solar de 100 gigawatios para el año 2022. Entre otras medidas para disminuir las consecuencias del cambio climático.
El doctor Sánchez dio las siguientes soluciones:
Aumento de la eficiencia energética, de la masa vegetal y otros puntos que se discutieron en la COP21 con el propósito de evitar que el aumento de la temperatura mundial sea mayor a 2 °C con respecto a los niveles preindustriales.
Que los países desarrollados le aporten ayuda a los más pobres. Otras características del acuerdo entre países es alcanzar el valor máximo de emisiones en el menor tiempo posible y alcanzar la neutralidad de las emisiones netas en la segunda mitad del presente siglo.
Ir a la industrialización para ser un país efectivo, transitar a otras economías (que no dependamos tanto del petróleo) y así no llegar a la pobreza absoluta.
Finalizando, expresó que en Venezuela hay dos instituciones acreditadas para recibir estos proyectos ambientales, pero no muestran interés.
Venezuela, en vez de avanzar, retrocede
El panelista Hernán Papaterra, profesor de Física y experto en Gestión de Desechos Sólidos y Educación Ambiental, comentó que Venezuela está hoy en el medio del proceso de recesión ambiental y esto consiste en que estamos eliminando instituciones que estaban establecidas y daban buenos resultados, a otras que persiguen a las organizaciones vinculadas a derechos ambientales, niegan los derechos ambientales consagrados universales y anulan la información ambiental a la ciudadanía.
Desde el Grupo Orinoco, donde trabaja el ingeniero Juan Luis Martínez, van a plantear varias ideas al mundo político para que el tema de la inviabilidad de Venezuela en los últimos y futuros años con el sustento petrolero, sea algo de conocimiento público y la población entienda que:
Se requiere una ley para el aprovechamiento de energías renovables.
Exigir un financiamiento para la transición energética.
Crear una ley para la promoción y desarrollo de los recursos bioenergéticos.
Contar con un sistema de camiones y trenes de reciclaje, para organizar un circulo virtuoso de los residuos.
Al finalizar la primera jornada del Congreso, se realizó una mesa de trabajo en la cual participaron todos los asistentes, expositores y panelistas, expresando la prioridad de un plan de adaptación para el cambio climático en Venezuela: comunidades pobres vulnerables a eventos extremos, protección de infraestructuras públicas, áreas de salud, producción agrícola, recursos hídricos, generación de energía, protección de ecosistemas, etc. Y llegaron a la conclusión de agregar al documento final dos herramientas: combinar un pacto dirigido a los alcaldes de Venezuela para que celebren cabildos abiertos y que las personas asuman que la solución de las consecuencias del cambio climático es que cada uno actúe desde su casa o comunidad, además de que presionen a los gobiernos en los temas que están siendo exigidos.
También proponen una ley para el cambio climático y la creación de políticas públicas para exigirles a los ministerios que se conecten todos los temas antes mencionados como salud, producción agrícola y planificación urbana. Agregando compromisos internacionales para que los gobernadores manejen el impacto de las actividades en sus zonas en conjunto con expertos en la materia.
Dos asistentes recordaron la necesidad que tienen los habitantes del estado Carabobo que se les purifique el agua que les llega a sus viviendas.
Los representantes de Amnistía Internacional exigen que se dé más información a la ciudadanía porque es necesario tener voz y voto de los problemas climáticos y esto no va solamente con el Estado sino con las gobernaciones.
Segundo día del congreso
El profesor Geovanni Siem, habló sobre la UCV como campus sustentable, “laboratorio viviente de la sostenibilidad”, considerando que la riqueza que tiene la universidad en sus campus está en peligro por el deterioro físico, afectando la calidad de vida de la misma. Al mismo tiempo lamentó que en la actualidad la UCV cuente con indicadores negativos como la inseguridad, el mal manejo de los residuos, mal uso de la energía, entre otras dificultades.
Siem, aprovechó para enseñar cómo ha cambiado el mundo desde la cumbre de la tierra desde 1992 hasta la actualidad:
Aumentó la temperatura de la tierra en un 0.4 °C.
Las emisiones de CO2 aumentaron 36%.
El acceso al agua potable aumentó un 13%.
La concentración de CO2 en la atmosfera aumentó 9%.
El profesor recomendó que es necesario que el papel de las instituciones, derechos humanos, inclusión, paz y respeto con las personas, sean bases cardinales para un desarrollo sostenible, sumando el avance tecnológico como segundo plano. Sumando que se deben apoyar en la declaración de Talloires (octubre 1990), la cual cuenta con 10 puntos de acción para que los campus sirvan como líderes y modelos de sostenibilidad, no solo como conocimiento sino como modelo para las comunidades cercanas.
Economía verde
El biólogo egresado de la UCV, Alejandro Luy, expuso sobre la economía verde y consideró que Venezuela está retrasada en el tema del desarrollo sustentable. Preguntó ¿cómo hacer en Venezuela si están acostumbrados a contar con una legislación, pero cuando existe, no se aplican las normas para que se cumpla con educación, información y acción? A lo que respondió que hasta ahora Venezuela solo ha mostrado su buena intención con la Ley Orgánica de Ciencia, Tecnología e Innovación, donde la intención era que las empresas con sus recursos mejoraran sus procesos para ser más eficientes. Algo que se cumplió con muy poco impacto porque no contó con las tres cosas necesarias: legislación, educación y concienciación, apuntó el biólogo.
Luy invitó a visitar el portal http://desarrollosustentable.com.ve/ que maneja la Fundación Tierra Viva para compartir experiencias de diferentes personas involucradas con el tema, además de noticias y otras informaciones.
La salud y el cambio climático
La doctora Yohama Caraballo Arias, coordinadora del centro adherido de la red Cochrane, explicó que los seres humanos están afectando el clima mundial, creando graves consecuencias para la salud, apuntando que si el medio ambiente fuera más saludable se reduciría hasta 13 millones de muertes anualmente.
Argumentó que la salud ambiental está relacionada con todos los factores físicos, químicos y biológicos externos de una persona, excluyendo en entorno social y otras repercusiones en la salud del cambio climático son las temperaturas extremas, por ejemplo, en Mérida que es un estado frio, ahora hay paludismo y enfermedades transmitidas por mosquitos que viven en tierras calientes. Mientras otros estados sufren consecuencias directas con los cortes eléctricos, altos grados de calor, inundaciones, algunas islas han ido desapareciendo, hay escasez de agua, refugiados ambientales, desplazamientos, y epidemias como dengue, malaria, fiebre amarilla, leishmaniosis cutánea, diarreas y sarna.
Entre las conclusiones de la doctora destacó que para la salud ambiental es necesario que las autoridades den el primer impulso, luego transmitir el mensaje y que cada persona ponga su grano de arena para que haya más investigación sobre el tema, publicaciones y trabajo en conjunto con expertos.
Hambre
Una de las panelistas, Susana Raffalli de la Fundación Bengoa relacionó la falta de alimentación con el cambio climático, el que está agravando la seguridad alimentaria a nivel mundial y que crea un juego bastante complejo para manejar. Sin embargo, cree que en todos los niveles gubernamentales y los consumidores deben trabajar con los gremios de alimentación en los siguientes temas:
Enterarse de lo que está pasando, articularse, dar más educación y asesoría a los consumidores ya que los venezolanos están pasando de la alimentación sana a la procesada, menos local y más global.
La inversión en la educación de los niños aunque sea a largo plazo,
Implementar medidas desde las autoridades en los temas de reciclaje de materiales.
Que las personas que trabajan en los vertederos tengan más medidas de protección.
Que Venezuela haga mayores investigaciones sobre las radiaciones que afectan la salud de muchas personas.
Y que el sector de alimentación informe cómo mejorar la forma de cocinar, y la cantidad indicada de carbohidratos, proteína y azucares que debemos consumir para mantener una buena la salud.
Medios de comunicación y cambio climático
Desde Londres, Javier Farjé, ex director de investigación de la BBC, habló de los medios y el cambio climático, exponiendo que diversos estudios indican que el clima en grandes áreas se está calentando rápidamente, y el primer cambio fue en el año 1950, algo que no tuvo mayor impacto hasta los años 2014-2016 que ha tenido más cobertura en los diarios a nivel mundial, aunque el último lugar es Venezuela, donde las únicas publicaciones que han salido referente al tema climático se han visto en el diario Ultimas Noticias, y que el tema lo tocaron como si fuese algo deportivo.
Farjé mostró con preocupación la responsabilidad que tienen los periodistas porque no tratan el tema con la necesidad requerida, muchas veces influenciados por los gobiernos, que salen solo al momento de la tragedia pero que no explican las afectaciones ambientales.
Finalizando el congreso, los presentes destacaron la importancia del periodismo en tiempos de cambios climáticos, ya que son los responsables de replicar la información y las advertencias, para movilizar a las personas y hacer presión a favor de un mundo sustentable.
“Ya hablamos verde. Ahora, actuemos verde”.
Escrito por Yeidy Sanmartín Amnistia Internacional Venezuela@amnistia / @yeidysanmartinAmbiente y ecología