La basura desborda el contenedor
Los trabajadores de la empresa de basuras de Sevilla han empezado esta madrugada a recoger las aproximadamente 7.500 toneladas de basura que se habían acumulado en la capital andaluza desde el 28 de enero pasado, primer día de huelga. Sevilla empieza hoy el lento retorno a la normalidad. Qué envidia porque los que siguen en huelga, parece que indefinida, son los encargados de limpiar y recoger las toneladas de basura de unas instituciones que ni nos representan ni nos amparan. Y no solo es, sino que ni siquiera nos dejan tranquilos estas instituciones que pasan por honrosas y presuntamente respetables porque no hay que olvidar que aquí todo es presunto hasta que se demuestre lo contrario.
A quien tampoco debería representar su representante oficial, que presuntamente también defiende sus intereses, es a los empresarios que pretendan mirar a los ojos a su interlocutor sin sonrojarse en un futuro próximo. Joan Rosell, presidente de la patronal CEOE, negó ayer que hubiera 6.000.000 de parados, pidió infracontratos de 1 hora para jóvenes, bajadas salariales por debajo de convenio y reducir el número de funcionarios (300.000, 400.000,… no lo cuantificó), mandándolos a casa con un subsidio para que, al menos, no gasten en papel y teléfono. Olvida Joan Rosell que la economía, la de sus representados, se basa en el consumo. Sin salarios dignos no hay consumo, sin ventas no se crea empleo en las empresas productoras o de servicios. Pobreza lleva a pobreza. Miopía lleva a ceguera si no se ataja a tiempo. Si para él no existen los parados, para la sociedad no debería existir un responsable empresarial de su calaña, tan ajeno a la realidad. Confío en que la huelga de recogida de basuras institucional acabe pronto.