Anteriormente ya os hemos hablado de la placentofagia, una práctica que consiste en comerse la placenta tras el parto. Este es un acto frecuente entre los mamíferos pero no en los seres humanos, aunque hay que tener en cuenta que algunas investigaciones han concluido que el comportamiento de comerse la placenta está contemplado en la genética de las mujeres, concretamente en el cromosoma 7q32.
Hoy queremos hablar de un hecho que ha tenido lugar en el Reino Unido, concretamente en la ciudad de Swindon. Parece ser que una madre que ejerce de doula se dedica a elaborar batidos con placenta humana, un negocio con el que se le brinda a las mujeres que han dado a luz la posibilidad de comerse su propia placenta, por decirlo de alguna manera, de un modo más agradable. También ofrece la alternativa de encapsular en comprimidos la placenta para poderla tomar posteriormente.
Este hecho ha provocado que los agentes de salud pública hayan solicitado una orden que prohíba a Kathryn Beale llevar a cabo estas prácticas por los posibles riesgos de salud que conlleva. Esta madre insiste en que su negocio y los procedimientos son totalmente seguros y se niega a abandonar su actividad, argumenta que no se puede solicitar una prohibición sin una previa inspección que pueda certificar que trabaja de forma segura o con riesgos.
Su negocio se llama Optimum Doula, en su web podéis consultar todos los servicios que ofrece, así como una lista detallada de precios. En el caso del servicio de encapsulación estándar de placenta cobra 150 libras (unos 207 euros), si además de la encapsulación se desea un batido de placenta, habrá que añadir otras 20 libras (unos 27 euros). Analizando un poco los servicios se puede observar que ofrece de todo, todo tipo de recuerdos de cordón umbilical con varias formas, remedios homeopáticos con placenta, paquete de servicios prenatal, paquete de parto por cesárea, y así un largo etcétera.
Los inspectores de sanidad que han visitado el lugar donde esta madre realiza sus actividades, manifiestan que es necesario realizar una inspección a fondo antes de dar un veredicto, la orden que solicitaron no fue concedida y parece que están empeñados en encontrar algún resquicio que permita cerrar el negocio de Kathryn Beale. Se considera que no están del todo claros los beneficios que puede aportar a la salud el hecho de consumir placenta, pero sí existen potenciales riesgos en los procedimientos utilizados para hacer posible la ingesta de la placenta.
Como ya sabemos, existen dos opiniones al respecto, siendo un tema muy debatido, pero hay que decir que la percepción en el Reino Unido es diferente a la que se tiene en España, por ejemplo. Las doulas no son licenciadas pero su función es profesional, al menos así lo consideran en algunos países. Son expertas en todo lo que rodea al embarazo, al parto, a la lactancia, a la educación prenatal, etc. En el Reino Unido, Estados Unidos o Alemania llevan a cabo su actividad desde hace algunas décadas. En cambio en España advierten sobre ellas, aquí comentábamos que el Consejo General de Enfermería presentó una investigación sobre las doulas, indicando que ponen en grave riesgo la salud de las madres y de sus bebés.
En definitiva, como dicen aquí, habrá que esperar a que los inspectores sanitarios terminen su inspección, si no encuentran nada, Kathryn Beale podrá seguir ofreciendo sus batidos y píldoras de placenta.
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Batidos con placenta humana