Era de esperar, aunque no por ello ha levantado menos ampollas entre los fans de la “Saga”. El Batman que desarrolló Christopher Nolan fue un soplo de aire fresco tras una serie de adaptaciones cutrísimas que llevaron al personaje al más profundo de los infiernos. Pero, con el paso de los años, las dos películas dirigidas sobre el personaje se han convertido en referentes a la hora de hablar sobre superhéroes, y todos quieren parecerse a él, o acercarse a la atmósfera de Nolan. Quizá, hasta el punto de acabar por cansar al espectador con películas oscuras. Pero me desvío del tema principal. Nolan aún tiene en preparación una tercera película, que llevará por título “The Dark Knight Rises”, y que supondrá el fin de su trabajo al mando del hombre murciélago. Pero visto los números, la Warner no está dispuesta a dejar escapar así como así una potencial fuente de ingresos. Vamos, la historia de siempre. Y si Nolan no está en la silla del director (aunque en la nueva versión participará como productor), Christian Bale tampoco volverá, por lo que reharán la saga entera, con otros actores y argumentos, quizá en la esperanza de que la película sobre “La liga de la justicia” acabe cobrando forma.
Pero no estamos hablando de un proyecto a largo plazo, qué va. La nueva película se estrenaría en el año 2013, meses después del final de la saga de Nolan. Y mi pregunta es ¿Merece la pena arriesgarse a hacer más películas y tan pronto? ¿no acabaremos saturados de tanto superhéroe? Como todos los blogs, recordamos el reboot de Superman, a la vuelta de la esquina, más el de Spiderman, por no hablar de Los Cuatro Fantásticos, Daredevil o, ya fuera del ámbito del cómic, la saga Millenium o, quién sabe, incluso la de Harry Potter dentro de unos pocos años. Los remakes y “actualizaciones” de algunas películas no son algo nuevo, pero sí me sorprende, y cada día más, lo rápido que es todo y lo que las ganas de recaudar pueden acabar forzando.