Lo cierto es que el premio bien merece elaborar una rica receta, ya que está compuesto por un gran lote de productos riquísimos, algunos de los cuales son muy difíciles de conseguir en España. Y con más motivo todavía dado que el sorteo lo organiza Esmeralda. Si pincháis en la imagen podréis ver de qué se compone el premio y cuáles son los requisitos para participar.
Así que, después de devanarme los sesos durante bastante tiempo, pensé en hacer este rico postre, ideal para aquellos que como a mí, les resulta complicado resistirse a la "atracción" del chocolate.No lleva demasiado tiempo elaborarla y tiene un sabor delicioso y una textura cremosa, que se deshace dentro de la boca. Os puedo asegurar que en casa nadie se resistió a repetir.Para hacerla necesité lo siguiente:
Ingredientes (para 8 personas)
- 100 gramos de chocolate fondan
- 100 gramos de chocolate blanco
- 1 vaso de leche
- 4 yemas de huevo
- 100 gramos de azúcar
- 4 hojas de gelatina
- 250 gramos de nata montada (sin azúcar)
- Una pizca de aceite de girasol
Troceamos los dos chocolates y los fundimos a baño maría (por separado) añadiéndole antes par de cucharadas de agua a cada uno.
Escurrimos bien las hojas de gelatina y le añadimos dos de ellas a cada uno de los chocolates. Removemos bien hasta que se disuelvan perfectamente. En otro cazo, colocado también a baño maría, ponemos las yemas junto con el azúcar y batimos hasta que queden cremosas y blanquecinas.
Poco a poco le incorporamos la leche caliente, removiendo constantemente con unas varillas hasta que esté todo bien integrado.
En ese momento retiramos la crema del fuego y procedemos a mezclar la mitad de la misma con el chocolate blanco y la otra mitad con el chocolate fondant. Después dejamos que se entibien. Añadimos a cucharadas la mitad de la nata montada al chocolate fondant y mezclamos delicadamente para no desmontar la nata. Repetimos el mismo proceso con el chocolate blanco. Empapamos ligeramente un papel de cocina con aceite de girasol y lo pasamos por el fondo y las paredes del molde que vayamos a utilizar. A continuación rellenamos con la preparación, alternando los dos chocolates. Metemos en la nevera antes de servir. Yo lo tuve unas siete horas y quizá le hubieran hecho falta más horas de frío, porque cuando la comimos todavía estaba algo blandita, aunque igualmente rica. Así que lo mejor es hacerla el día anterior a su consumo.Una vez que esté bien cuajada, desmoldamos con cuidado y servimos bien fresquita.Aquí os dejo una imagen del corte. ¡Menos mal que andaba yo espabilada, porque si me descuido un poco, no me da tiempo a sacar la foto!. La verdad es que desapareció enseguida de la mesa.