Bayern Munich, el tercero en discordia

Mientras el Barcelona y el Real Madrid se llevan toda la atención por el gran duelo futbolístico y mediático que han sabido protagonizar desde hace ya unos años, con un perfil mucho más bajo pero con un plantel plagado de figuras dignas de vestir la camiseta de cualquiera de los dos grandes clubes españoles, aparece el Bayern Munich como el único club realmente preparado para romper el sueño de los marketineros y poder jugar la final en su propia casa.

El conjunto alemán, que marcha segundo a tres puntos del Borussia Dortmund en la Bundesliga, dio una muestra más de su excelente forma y despachó 2-0 al Marsella con dos goles de Ivica Olic para superar una eliminatoria que ya había liquidado en el partido de ida jugado en Francia hace una semana cuando venció con el mismo resultado gracias a los tantos de Arjen Robben y Mario Gómez.
Luego del golpe recibido en la final del 2010 ante el Inter en el estadio Santiago Bernabeu y de un atípico tercer puesto en la Bundesliga 2010/11, el equipo más grande el país teutón parece estar decidido a llevarse todo este año. Después de un arranque dubitativo, lleva 8 victorias consecutivas entre todas las competiciones y ayer consiguió su victoria número 12 en los últimos 13 partidos como local en la Champions League. Además, una estadística histórica le juega a favor: sólo un equipo fue eliminado en semis cuando la final se jugaba en su país, y fue el Real Madrid en la temporada 1979/80 (Via @2010MisterChip)

Con Robben y Ribery en su mejor momento, el Bayern tiene poco que envidiarle a los dos máximos candidatos. En el arco, Neuer ya mostró sus credenciales en la Champions League pasada cuando defendía los colores de la que fue la gran sorpresa, el Schalke 04. La defensa si bien pasó algunos sobresaltos en el comienzo de la temporada ya parece estar afianzada y de mitad de cancha hacia adelante todo es lujo y efectividad, ya que a los ya nombrados extremos se les suman, entre otros, Müller, Kroos y Mario Gómez, todos de gran actualidad.

En resumen, el Real Madrid deberá trabajar y mucho para poder llegar a la gran final. Si bien muchos se enfocaron en la supuesta suerte de tener que enfrentar al débil Apoel en cuartos, quizás el cuadro termine siendo un castigo para el conjunto de Mourinho, que deberá enfrentar al que sin lugar a dudas es el tercero en discordia en esta apasionante Champions League.