No podría considerar 2014 como uno de los años de mi vida (aunque no puedo quejarme, los ha habido mejores), así que cuando empezó 2015 decidí hacer (como dicen en mi casa) borrón y cuenta nueva, y la verdad que de momento lo he conseguido, pues lo he comenzado 100% positiva. Supongo que una semana de vacaciones en familia nada más empezar el año ayuda pero de todos modos hay otras cosillas que se pueden hacer.
Mi marido siempre dice que si algo tiene solución para qué te vas a preocupar, y que si no la tiene tampoco merece la pena; pero yo siempre he sido de darle a todo más vueltas, y de las que casi siempre suelen ver el vaso medio vacío; pero hay que intentar buscar el lado positivo de las cosas (si no lo tienen en ese momento lo tendrán posteriormente como consecuencia), centrarnos en lo bueno e intentar obviar lo malo.
Hay cosas malas que vienen solas, pero también es importante el modo en que decidimos afrontarlas. Y hay cosas buenas que no valoramos, y que a lo mejor echamos en falta cuando ya no están a nuestro alcance. Si intentamos disfrutar de cada segundo, buscamos el lado bueno de las cosas e intentamos tener una actitud positiva nos sentiremos mucho mejor; de echo creo que si te sientes así de un modo u otro terminas atrayendo a las cosas buenas (la ley de la atracción, tengo pendiente leer algo sobre el tema).
Os cuento algunas cosillas que a mí me resultan en momentos de bajón:
– Sonreir para confundir al cerebro: nuestro cerebro detecta nuestros estados de ánimo, e influye en ellos. Nuestros gestos tienen mucho que ver con esto (si estamos tristes estamos serios, si estamos contentos tendemos a sonreir…) pero ¿qué pasa si cuando estamos tristones sonreímos con todas nuestras fuerzas durante un rato? que confundimos al cerebro, pues estamos sintiéndonos de una manera pero actuando de otra. No sé si esto tiene mucho fundamento (son teorías propias) pero a mí me funciona, después de un rato sonriendo ves todo de otro modo y te sientes mucho mejor.
– Reír, reír y reir: cuando nos reímos segregamos enforfinas (hormonas de la felicidad), así que reír siempre es una buena opción, siempre hay cosas que nos hacen reír a las que podemos recurrir en momentos de “bajón”, además la risa es contagiosa, así que si nos reímos más contagiaremos mucha más alegría y felicidad a todos los que están a nuestro alrededor.
– Balance de momentos felices al final del día: hace poquito que he comenzado con esta nueva técnica, la de escribir al final del día varias cosas que nos hayan hecho felices (en mi caso elijo 3). De este modo, por muy malo que haya sido vuestro día valoraréis más los momentos buenos que habéis vivido y conseguiréis acostaros mucho más “satisfechos” y felices
- Momentos felices en pareja: está muy bien hacer nuestro pequeño balance, pero también merece la pena valorar cosas bonitas de la pareja (pues al convertirnos en padres muchas veces no reparamos en ello), así que en casa hemos puesto en marcha otra nueva técnica, la de decirnos al finalizar el día lo que más nos ha gustado el uno del otro. Tendemos a decir siempre lo malo, pero a guardarnos lo bueno, así que de este modo seguro que os vais a la cama con una sonrisa de oreja a oreja. Cuando Álvaro sea más mayor también lo haremos con él.
– Hacer deporte, moverse, bailar…: está demostrado científicamente que el movimiento afecta directamente a las sustancias químicas del cerebro, así que en malos momentos (enfado, tristeza…) movernos es una buena solución. Puede ser correr, bailar, hacer deporte, salir a pasear, incluso ponernos a saltar; sea lo que sea seguro que después nos sentimos mucho mejor.
– Contactar con la naturaleza: para mí las excursiones al aire libre siempre son una buena inyección de energía y buenas vibraciones, bien sea playa o montaña, cualquier opción es buena para desconectar y cargar pilas de nuevo. Y por cierto si durante un día o dos conseguís desconectar completamente de tecnologías (móvil, Facebook, twitter, instagram…) veréis como os sentís todavía mucho mejor (aunque luego volver, que seguro que hay algo nuevo que leer en el blog ;-)
- Escuchar música: en casa siempre hemos estado rodeados de música; incluso en el embarazo ponía música a Álvaro desde las 18 semanas (todos los días un ratito, y cada día un estilo musical diferente); así que para mí escuchar música siempre es una buena formar de llamar al “buen rollo”. Nos gusta mucho el rock (a mí me gustan mucho grupos como Marea, Barricada, Guns and Roses, Offspring, Linkin Park…entre muchos otros), y me encanta escucharlos; aunque también me gusta ponerme la radio a tope y escuchar dance o pop, canciones de esas que te dan ganas de irte de marcha aunque te acabes de levantar de la cama.
Os he preparado una pequeña selección de las canciones que más he escuchado esta semana para ponerme el modo positivo On:
– Sigma feat Paloma Faith: Changing
– Maroon5: Animals
– Clean Bandit: Come Over
– Rosendo: Flojos de pantalón
– C&C: Everybody dance now
– System of a Down: Toxicity
– One Republic: Counting Stars
– Linkin Park: What I´ve done
– Becky G: Singing in the shower
Además he pedido a los lectores del blog en las redes sociales que me propusieran canciones que a ellos les dan buen rollo, y esto es lo que he recopilado:
– Queeen: Show must go on
– Fito y Fitipaldis: Huyendo conmigo de mi
– Andy y Lucas: Faldas
– Pharrel Williams: Happy
– Efecto pasillo: No importa que llueva y Pan y mantequilla
– La cabra mecánica: La lista de la compra
– Juan Luis Guerra: Tus besos
– The postal service: Such Great Heigths
– Outkast: Hey ya!
– BSO Cantando bajo la lluvía: Good Morning
– Foo Fighters: Best of you
– Janelle Monae: Tightrope
– Cheek to cheek
– Jarabe de palo, Beatles…
Y para despedirme con todo el buen rollo posible os dejo la canción que últimamente siempre utilizo cuando tengo que ponerme las pilas:
Un millón de besos y…¡feliz fin de semana!