La reinvención de un estilo o la fusión de varios de ellos es lo que buscan muchos artistas, ya sea para diferenciarse del resto o como una vía de escape a lo típico. Esa parece ser la máxima del surcoreano Sunik Kim que trabaja bajo el alias de Beat Culture, (ahora viene lo sorprendente) tiene 17 años y lleva haciendo música solo desde febrero de 2011.
Da la sensación que cada vez salen más jóvenes talentos o, al menos, ahora se conocen más y muchos pensarán que algo han hecho mal cuando estos barbilampiños están creando composiciones cuando ellos estaban intercambiando cromos. Siempre ha habido precoces y rezagados, no es ningún drama.
Pero vamos a lo importante. Ya conocíamos el primer trabajo de Beat Culture, publicado el verano pasado con el nombre de Goldenbacked Weaver pero es con este Tokyo Dreamer cuando nos ha dejado con la boca abierta. Estamos hablando de uno de los discos más sorprendentes de lo que llevamos de año por varios motivos.
El primero, por la mezcla de estilos entre el dream pop, el chillwave y el synthpop, creando melodías complejamente sencillas. En segundo lugar, la importancia que tiene el piano en Tokyo Dreamer es aplastante, soportando la estructura de todas las composiciones. También es poco habitual la utilización de efectos sonoros de agua y lluvía, acompañados de samples y loops, llevando su música a un nivel más orgánico y sensorial.
Y por último, porque es un disco que atrapa, que engancha como pocos y que transmite tanto con tan poco que es para escucharlo 3 veces seguidas y no cansarse. Bravo.
“You’re hard to resist…”
Beat Culture – Tokyo Dreamer (2012)
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