
El agua supone más de la mitad de nuestro peso corporal lo que demuestra su importancia. Además, su concentración va disminuyendo con la edad, siendo de un 80% en un bebé prematuro y del 45% en las personas mayores.
El agua puede ayudar a adelgazar no sólo porque previene y reduce la retención de líquidos, sino también porque consigue aumentar el gasto calórico.

Ahí van algunas recomendaciones en cuanto a la ingesta de agua: