Me quedaron muchas fotos sin editar de mi viaje a Punta Rasa el pasado 28 de febrero, entre ellas elegí para compartir hoy unas de becasa de mar (Limosa haemastica). Pude acercarme algo caminando despacio por las enormes playas que caracterizan el lugar, más con la marea baja. No hay lugar donde ocultarse por lo que hay que ir con cautela para que las aves no se vuelen. Así y todo las aves no son demasiado confiadas y si uno camina lentamente hacia ellas suelen dar unos pasos cautelosos alejándose, por l oque una estrategia es agacharse permanecer quieto y ver si las aves toman algo de confianza. Habré estado a más de 7 u 8 metros, no son los acercamientos que quería, debí hacer unos pequeños recortes pero de todos modos estoy algo satisfecho con los resultados.Es de destacar que un individuo macho estaba comenzando en esa fecha a mudar su plumaje, pasando de reposo sexual a reproductivo, todo esto antes de migrar al Ártico donde procrean durante el verano boreal.