Belleza y aniversarios en Artevistas

Tras una desconexión importante –que repercutió en las actualizaciones de este blog–, la semana pasada volvimos a la acción paseándonos por varias inauguraciones y eventos a lo largo de Barcelona. Un servidor, en un ejercicio de hambruna artística, visitó, aparte de las exposiciones comentadas en anteriores post, la nueva muestra de Monique van Steen en la Galería Artevistas, de título iCandy e indudable trasfondo emocional, ya que, aparte de lo inédito de las obras presentadas, coincidía con el quinto aniversario de la sala. Porque, uno de los méritos de Artevistas –posible percepción personal–, ha sido integrar de forma coherente negocio y exhibición sin salirse de los objetivos que –deberían– caracterizar a una sala de arte, destacando su catálogo de artistas: jóvenes y de indudable calidad.

Durante el evento tuve la oportunidad de intercambiar unas palabras con la artista, disfrutar de sus obras y descubrir que cada inauguración amplía más mis conocimientos vinícolas –casi por encima de los artísticos–. Fue una buena noche: performance, música, pastel de cumpleaños y descubrir las virtudes de las obras de Monique, retratos en gran formato que exploran la belleza como el gran artificio moderno que es, planteando una visión idealizada, edulcorada y sometida a las leyes de su técnica pictórica. El dripping  otorga a sus lienzos un segundo nivel, aparte de una sensación de aleatoriedad vinculada a lo casual y frágil de las apariencias. Las imágenes que ilustran su web son buena referencia, pero no hacen justicia a las obras originales, un desfile de retratos deslumbrantes a lo largo de una pasarela de color. iCandy es una muestra intensa, de variadas lecturas y agradecida sofisticación técnica, regalo de una sala con muchos éxitos por celebrar.

Imágenes proporcionadas por la galería.