ZENIT – El Papa pide conjugar bioética y ley moral natural para evitar abusos
Para los que queremos profundizar en los temas de bioética, sobre todo si somos cristianos, son imprescindibles las enseñanzas del Papa sobre estos temas.
Dice el Papa:
- “Conjugar bioética y ley moral natural permite verificar lo mejor
posible la referencia, necesaria y que no se puede eliminar, a la
dignidad que la vida humana posee intrínsecamente desde su primer
instante hasta su fin natural” - Los derechos que garantizan la dignidad de la persona no siempre son reconocidos a la vida humana en su desarrollo natural y en etadíos de mayor debilidad: “una semejante contradicción hace evidente el compromiso que hay que
asumir en los diversos ámbitos de la sociedad y de la cultura, para que
la vida humana sea reconocida siempre como sujeto inalienable del
derecho y nunca como objeto sometido al arbitrio del más fuerte” - “Las problemáticas que giran en torno al tema de la bioética permiten
verificar cómo las cuestiones subyacentes en ella ponen en primer plano
la cuestión antropológica” - En el “muy delicado y decisivo” ámbito de la bioética, se plantea la
cuestión fundamental: “si el hombre es un producto de sí mismo o si
depende de Dios” - “Es necesario poner en pie un proyecto pedagógico integral, que permita
afrontar estas temáticas desde una visión positiva, equilibrada y
constructiva, sobre todo en la relación entre la fe y la razón” - “El reconocimiento de la dignidad humana, de hecho, en cuanto
derecho inalienable, encuentra su fundamento primero en esa ley [la ley natural] no
escrita por mano de hombre, sino inscrita por Dios Creador en el
corazón del hombre, que todo ordenamiento jurídico está llamado a
reconocer como inviolable y cada persona debe respetar y promover”. “Sin
el principio fundador de la dignidad humana, sería arduo encontrar una
fuente para los derechos de la persona e imposible llegar a un juicio
ético sobre las conquistas de la ciencia que intervienen directamente
en la vida humana” - “Es necesario, por tanto, repetir con firmeza que no existe una
comprensión de la dignidad humana ligada sólo a elementos externos como
el progreso de la ciencia, la gradualidad de la formación de la vida
humana o el pietismo fácil ante situaciones límite” - Necesidad de reconocer la vida del hombre desde el primer instante como vida humana, portadora de dignidad propia
- En caso contrario, “estaremos siempre en presencia del
peligro de un uso instrumental de la ciencia, con la inevitable
consecuencia de caer fácilmente en el libre arbitrio, en la
discriminación y en el interés económico del más fuerte” - “La ley moral natural, fuente de su propio carácter universal, permite
conjurar este peligro y sobre todo ofrece al legislador la garantía
para un auténtico respeto, tanto de la persona como del entero orden de
la creación”