De todas las vitaminas que existen, la D es una de las más importantes.
También conocida como calciferol, sus funciones más importantes son la formación de los huesos, los dientes y la absorción de calcio. Es liposoluble y eso significa que se almacena en el tejido graso del cuerpo y necesita de las grasas para ser transportada.
Está formada por dos tipos provitaminas: D2 (ergocarciferol, de origen animal) y D3 (de origen vegetal y llamada también colecalciferol) , que es la que más se encuentra en los alimentos.
La D3, en concreto, está relacionada con la producción de serotonina (la 'hormona de la felicidad') y ayuda a recuperarse antes después del ejercicio físico, disminuyendo la sensación de fatiga. Con ella, se queman más grasas en el día a día.
Su falta, puede ocasionar graves enfermedades como raquitismo y osteoporosis incluso.
Se puede obtener al tomar el sol, al consumir alimentos que la contengan. Con tres días a la semana, y 15 minutos cada día de exposición al sol, sería suficiente para absorberla.
Necesitamos entre 30 y 60 miligramos al día de vitamina D. Aunque 20 y 30 pueden ser suficientes, pero por debajo, ya pueden empezar a aparecer enfermedades. Por encima de los 150 sería perjudicial.
En niños, se utiliza para fortalecer y formar los huesos. De ancianos, también se necesita en gran cantidad a través de los alimentos, ya que con la edad, el cuerpo pierde capacidad para sintetizarla. Pero no sólo mantiene los huesos, sino también los demás órganos.
Los beneficios de la vitamina
- Interviene en la absorción intestinal del fósforo y en procesos del sistema inmunológico
- Ayuda a combatir el envejecimiento
- A la salud de los dientes
- A reforzar el sistema inmunológico
- Actúa como transmisora de los estímulos del cuerpo al cerebro
- Previene enfermedades como la osteoporosis
- Aumenta la densidad ósea
- Ayuda a absorber el calcio y el fósforo
- Restringe la formación de grasa corporal. Las personas que tienen suficiente, pueden soportar mejor algunos efectos de la diabetes tipo 1 y 2.
Alimentos con vitamina D
Son muchos los alimentos en los que podemos encontrar esta vitamina y que incorporamos con facilidad en nuestro día a día.
- Pescados grasos: La caballa, la sardina, el salmón y el atún son un buen ejemplo. Una ración de 100 gramos de cualquiera de ellos, ya aporta un 20% de la cantidad recomendada de esta vitamina.
- Aceites de hígado de pescado.
- Lácteos como leche, mantequilla, yogur, etc.
- Huevos
- Carnes rojas
- En las verduras no es tan frecuente, pero se encuentra en gran cantidad en los champiñones.
- También es frecuente que se le agregue artificialmente a los cereales de desayuno.
Pero, nada es bueno en exceso. Lo problemas del exceso de vitamina D en el organismo son los siguientes:
- Puede hacer que el intestino absorba calcio que no es necesario
- Podría dar lugar a problemas intestinales como náuseas o vómitos
- Daño en los riñones
- Desorientación o pérdida de peso involuntaria
- Formación de placas de calcio en los tejidos
Pero obviamente, no hay motivos para la alarma si se consume en cantidades normales.
En España, con todas las horas de sol que tenemos, no es difícil absorberla de este modo. Ya que con la alimentación, no es sencillo. La mayoría de alimentos que la contienen es porque están enriquecidos con ella , pero si no los consumimos por cualquier razón, lo suyo es que consumamos cuanto más pescado mejor, ya que es lo que la contiene en mayor cantidad.