Los alimentos ecológicos, eco, biológicos, orgánicos y bio, son productos que no contienen organismos modificados genéticamente, sin elementos sintéticos ni aditivos y que durante su producción no se han utilizado agroquímicos ni pesticidas, que cuidan y respetan el medio ambiente evitando su contaminación.
Ahora bien, ¿es realmente beneficioso el consumo de estos productos ecológicos frente a los tradicionales? La Universidad de Stanford tras 237 estudios, concluyó que no existen diferencias nutricionales entre los productos bio y los tradicionales. Estudios de la Universidad de Newcastle , sin embargo, apuntan que hay notables diferencias nutricionales entre ambos productos.
Por un lado, el porcentaje de antioxidantes es mayor - entre un 19 y un 69 % más - pero lo más relevante es que los productos tradicionales tienen unos niveles de plaguicidas muy superior a los ecológicos - hasta cuatro veces más - Los niveles de cadmio son también más elevados. Este metal muy tóxico incluso en pequeñas cantidades, se encuentra de manera natural en el aire, suelo, en el agua y, por consiguiente, en los alimentos. La alimentación es para la mayoría de la población la principal causa de contaminación pos cadmio. El uso de fertilizantes incrementa los niveles de cadmio en el suelo.
Estudios realizados por Greenpeace en familias alimentadas solamente con productos ecológicos durante períodos cortos de tiempo, demostraron una reducción efectiva de pesticidas en sus organismos aunque no la eliminación total.
De cualquier modo, el consumo de productos ecológicos crece día a día e incluso en épocas de crisis como la que acabamos de atravesar, su consumo no se ha visto reducido. El perfil del consumidor de productos ecológicos no sólo busca mejorar su alimentación sino también cuidar del medio ambiente.Muchos de los detractores de estos alimentos rechazan el precio excesivo que alcanzan en el mercado sólo accesible para unos pocos.
En todo caso, las características organolépticas no se pueden negar. El sabor, color y aroma son indiscutibles y somos nosotros como consumidores los que tenemos que optar por unos u otros valorando los conocimientos actuales a la espera de tener más información al respecto.
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