El porteo del bebé es una tradición milenaria. Desde las aldeas primitivas a la actualidad, permite a los adultos desarrollar sus labores y tener bajo control al más desprotegido. Para el bebé, la seguridad de unos papás y mamás fuertes, y la estrecha comunicación afectiva y emocional que proporciona el contacto físico son los ingredientes perfectos para su pleno desarrollo.
Con el porteo, tanto el padre como el bebé aprenden a leerse mutuamente las expresiones. Este aprendizaje se amplía al terreno de la fisiología: el bebé armonizará su respiración, temperatura, latidos del corazón, movimientos y constantes vitales con los del padre o madre. Estos ritmos recuerdan los de la fase embrionaria, haciendo más fluida la transición al nuevo mundo.
Además, no teniendo el bebé desarrollada la vista, ni el olfato, ni el gusto, ni en su totalidad el oído al nacer, solo le queda el tacto para conocer todo lo extraño y nuevo que se mueve a su alrededor. El mundo del bebé en sus primeras semanas es básicamente su piel, y el contacto con los padres es una fuente inagotable de conocimiento.
En otras culturas, el porteo está ampliamente extendido. Se entiende dentro del ámbito de la crianza natural y de los beneficios del contacto directo con el bebé. En la española, las mochilas portabebés se usan tan solo para las salidas fuera de casa, y los fulares, slings y bandoleras de anillas tienen poco arraigo. Craso error. El uso dentro de casa da libertad de acción al adulto y proporciona no pocos beneficios al pequeño.
Si puede resultar molesto los primeros días, no tanto por ser incómodos (están diseñados para no serlo) sino por falta de hábito, transcurridas una o dos semanas tanto el bebé como el adulto habrán encontrado el confort necesario. Hay diferentes formas de llevarlo y cada padre, madre y bebé pueden tener la suya. Se aconseja, no obstante, durante los primeros meses la posición en el pecho y mirando al adulto.
Ventajas del porteo para el bebé:
- Protección: Anula miedos y favorece bebés más seguros y, por tanto, más centrados en aprender y disfrutar del entorno.
- Bienestar: Estabiliza las constantes vitales, disminuyendo los cólicos y los lloros.
- Funciones fisiológicas: El movimiento del porteo favorece la expulsión de gases y el desarrollo de los sistemas respiratorio y digestivo. Nuevamente, reduce los cólicos.
- Estimulación: La cercanía con los padres supone un flujo continuo de estímulos: emocionales, sensoriales, afectivos, cognitivos (las voces, las canciones…). Todo ello ayuda a que el bebé esté continuamente atento y aprendiendo. También su situación desde una atalaya segura, observando el mundo más allá de sus padres y con un ángulo de 180º, supone una inmensa ventaja educativa.
- Atención inmediata: La proximidad ayuda también a detectar de forma instantánea cualquier necesidad del bebé: hambre, sed, caca, fiebre… Mejora su confort y su salud. No necesita llorar para comunicarse a distancia. Nuevamente esta rapidez en la respuesta hace que el bebé aprenda a confiar.
- Desarrollo óseo: Una correcta posición de porteo ayuda a la formación de la cadera y la espalda.
Ventajas del porteo para los padres:
- Rutinas: El bebé y el adulto se mueven como una unidad, dejando las manos libres al adulto para desarrollar sus actividades diarias. Hay quien indica que esta progresión en las rutinas anteriores minimiza las posibilidades de sufrir depresión post-parto.
- Comunicación: De manera directa y continua, como hemos dicho, se da una interacción afectiva, emocional, sensorial y cognitiva. Refuerza los lazos de unión entre adulto y bebé. Son muchos los estudios que afirman que estos primeros años de vida marcan la relación posterior entre padres e hijos.
- Lactancia: La cercanía con el bebé favorece la producción de oxitocina y, por tanto, la lactancia.
- Paternidad: El padre puede sentirse desplazado tras el parto y su integración en el estrechísimo vínculo entre bebé y madre dependerá del reparto de funciones en el cuidado del bebé. El uso del portabebé es algo que asume con naturalidad y agrado.
- Movilidad: Hay lugares donde no es aconsenjable ir con un carrito o silla de paseo: fiestas populares muy concurridas, manifestaciones, supermercados en hora punta… El portabebé permite visitarlos sin enojos.
Y acabamos este artículo del mismo modo que lo comenzamos: con las culturas antiguas. Dice el Dr.Sears, un eminente pediatra, popular en la televisión americana, que en la cultura occidental medimos los llantos de los bebés en horas mientras que en otras culturas se mide en minutos. ¿El motivo? La madre está allí para coger al niño en brazos y, si no puede ella, otra persona. El bebé no permanece tumbado todo el día; al contrario, solo lo acuestan para dormir, al lado de la madre.
Y otro concepto interesante el de esta frase: “La gestación dura 18 meses: 9 dentro de la madre y 9 fuera”. Suficiente para hacernos entender la utilidad de la cercanía y el porteo del bebé.
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Créditos fotográficos: Sioux Woman and Child, by Tony Oliver. / Tibetan Baby Carrying, by Ernst Trause. / Mochilas portabebés X-Music, de Bebemon (Bebemon 2008 SL)