Revista Recetas

Beneficios del Trigo Khorasan Kamut

Por Aranchawp @MeigayCaldero

grano de kamut

Grano de Kamut - Autor: Pom²


Como ya sabrás, suelo utilizar el Kamut® en muchas de las recetas que encontrarás en este blog. Soy intolerante al trigo normal y esta variedad me sienta mucho mejor, además de ser muy versátil y tener un estupendo sabor.
Si no sueles emplearlo o no lo conoces, en este post espero descubrírtelo y animarte a que lo pruebes.
Si te preguntas qué es el Kamut®, te diré que es un antiguo (muy antiguo) cereal, que ha sido redescubierto e introducido en el mercado actual. Parece ser que procede del Antiguo Egipto y de la zona de la Mesopotamia asiática.

espigas de kamut

Espigas de Kamut. Autor foto: Stan Shebs

Comparado con el trigo que se puede encontrar hoy en día, este cereal presenta beneficios nutricionales y funcionales demostrados científicamente: un mayor contenido de proteínas, sales minerales (particularmente selenio), vitaminas (E, por lo que es antioxidante), un alto contenido de lípidos (muy energético), buena tolerancia, es más digestivo e irrita mucho menos los intestinos durante el proceso de la digestión.
En el mercado puedes encontrar trigo khorasan (a secas) o trigo khorasan Kamut®. La diferencia es que este último es una marca registrada que acredita que procede de agricultura biológica y que no ha sido hibridado o cruzado. Esto asegura que se mantienen íntegras las características de la variedad pura y antigua de este cereal  (Triticum turgidum ssp. Turanicum), que son las realmente beneficiosas. Desde el momento en que se empieza a cruzar o se utilizan métodos de cultivo poco respetuosos, se van perdiendo todas esas cualidades que nos podría aportar un cereal más puro que el trigo moderno. Y para alguien con intolerancias, es de agradecer que aseguren la pureza del producto.
Las marcas reconocidas como, por ejemplo, El Horno de Leña o Finestra Sul Cielo utilizan esta marca registrada en sus productos a base de trigo khorasan, así que no tendrás problemas.
pan de kamut
Lo puedes encontrar en forma de grano (lo puedes hacer como el arroz), harina, de pasta, de pan, de galletas, de pizza, de leche vegetal, de cerveza o de seitán. Hasta ahora sólo lo he utilizado en forma de harina, pasta y pan; así que habrá que probar el resto de variedades.
En cuanto a la harina, puedes estar tranquil@ si haces repostería, porque responde como cualquier harina. Y eso es importante, porque quienes hemos probado con harina de arroz o de avena a la hora de hacer un bizcocho, por ejemplo, sabemos que puede ser harto difícil saber si la textura será decente o será un desastre de proporciones épicas. Estoy segura de que hay alguna forma de que estas otras harinas funcionen, pero reconozco que no sé (se admiten sugerencias). Por eso suelo utilizar Kamut® o espelta.
La pasta te puedo asegurar que es deliciosa y sienta muy bien. La puedes utilizar como si fuese pasta de trigo normal, con el mismo tipo de recetas y salsas. De hecho, como es tan sabrosa, puedes utilizar preparaciones más sencillas, porque no necesita tanto sabor externo.
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