La lectura no sólo proporciona una sana distracción para quien la practica, pues además de los beneficios intelectuales y sociales, juega un papel importante en el desarrollo emocional de la persona, ya que, una persona que tiene cultura y conocimientos se siente a gusto en cualquier ambiente y para hablar de cualquier tema.
El conocimiento unido a la facilidad de palabra proporciona a la persona una mayor seguridad y confianza en sí misma, que servirán de apoyo para tener una alta autoestima. Una persona que tiene el hábito de lectura difícilmente se siente sola.
El gusto por la lectura ayuda a los niños a despertar la imaginación y creatividad, y en la vida adulta esto les ayudará a encarar los problemas con una mejor actitud y buscando varias alternativas para solucionarlos.
Un niño que lee , en general es más independiente intelectualmente que uno que solo ve la televisión. La lectura en los niños es esencial para aprender el dominio del lenguaje, para enriquecer su vocabulario y para saber transmitir sus ideas y sus sentimientos. Por eso es importante empezar a inculcar a los niños, desde pequeños, el amor por la lectura, porque de mayores serán lectores asiduos.
También es muy importante la lectura a medida que vamos envejeciendo, pues leer requiere esfuerzo, concentración y atención, cosas que se van perdiendo a medida que nos vamos haciendo mayores (si no leemos).
La lectura es un ejercicio fantástico para la memoria y además te transporta al mundo que se crea en el libro, ayudando a relajarte y a olvidarte de los problemas por un rato.
Aunque tampoco tenemos que leer por leer; hay que escoger un tema o un libro que te "atrape" y te transporte al interior del libro, un libro que nos emociona, que nos deja pensando una vez cerrado el libro, que estimula nuestra curiosidad y que estamos deseando volver a tener un ratito para seguir leyendo.
No te sientas mal si comienzas un libro y no consigue atraer tu atención, o te aburre. Lo mejor es dejarlo y buscar el tipo de lectura que nos hace sentir bien. Cada persona es un mundo y cada persona tiene sus gustos.
Personalmente, me gusta leer en la cama, aunque sean cinco minutos. El irme a la cama con un buen libro, es un tranquilizante para mi y me relaja. Hay veces que tengo que repetir varias noches la misma página porque no alcanzo a leerla entera, o leo sin ver porque el sueño me vence. Pero me encanta; lo he hecho toda mi vida y lo seguiré haciendo.