Revista Fútbol
La consagración de Benfica en Portugal (32da vez), tras una larga hegemonía del Porto que se extendió en las últimas cuatro temporadas, tuvo su epicentro bajo la estela de dos futbolistas sudamericanos de notorio calibre y que demostraron un salto de calidad que, sin dudas, los elevará a otras competiciones de mayor importancia: Ángel Di María y Oscar Cardozo. El primero, con varios gigantes peleando por sus servicios, aunque el destino marque la estación Madrid, concadenó una temporada perfecta, de enormes rendimientos individuales que le posibilitaron ser una fija en el esquema de Jorge Jesús y elemento sustancial en la estructura de Diego Maradona para el próximo Mundial. Di María pide a gritos llegar a otro nivel futbolístico, su propio crecimiento se lo está exigiendo. La inminente llegada de Nico Gaitán apunta a que su salida no sea tan traumática.
Tacuara, por su parte, fue la referencia de área, el tipo que mantuvo una regularidad con la red permanente y que le posibilitó ser el goleador del campeonato con 26 tantos, uno más que otro sudamericano que la rompió en Portugal como Radamel Falcao, del Porto, club que ni pudo clasificarse a la Champions. El paraguayo marcó dos goles en el último encuentro ante Río Ave (2-1) para desatar la fiesta en el Estadio La Luz, colmado por 65.000 espectadores, quienes desde 2005 no saboreaban las mieles del éxito. Las aspiraciones del sorprendente segundo Sporting de Braga quedaron en eso. Temible, con una potencia que bien supo potenciar en su paso fructífero por Argentina, Cardozo, fija para Gerardo Martino en Sudáfrica y con varias ofertas europeas en la mesa, finaliza un excelente año, siendo partícipe activo e indispensable de esta conquista.
Varios sudamericanos también dijeron presente en este logro de "Las Águilas", la institución más ganadora y popular de Portugal: los argentinos Javier Saviola (11 goles) y Pablo Aimar, el uruguayo Maximiliano Pereira y los brasileños David Luiz, Luisao, Ramires, Sidnei, Airton, Weldon, Alan Kardec y Eder Luis. Los "europeos" Javi García, un pulpo en el mediocampo, valor a tener muy en cuenta y las apariciones de Rúben Amorim y Carlos Martins también sumaron. En síntesis, un bloque unido, compacto, solidario, ejes de un manual básico para conseguir objetivos de importancia.
Los números del Benfica hablan por sí mismos: 76 puntos sobre 30 partidos disputados; dos partidos perdidos; una efectividad que roza el 85% y 78 goles en la temporada. Estadísticas perfectas para desatar una alegría que por la bella Lisboa parece no tener fin.
Note, el griego