Benny Hill. Más allá de chicas ligeritas de ropa

A lo largo de nuestra vida admiramos a multitud de cómicos por múltiples y diferentes motivos, Monty Python, Charles Chaplin, Buster Keaton, Cantiflas,….. y siempre estamos prestos a reconocer públicamente nuestra admiración por ellos y por su obra pero con nuestro protagonista de hoy, Benny Hill, hay a veces que algunas personas que se avergüenzan de reconocer las múltiples carcajadas que les provocan sus “slapstick” gags. No es mi caso personal, desde luego.

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Alfred Hawtorn Hill, más conocido como Benny Hill, fue un cómico británico nacido en Southampton en 1924 dentro de una familia con inclinaciones artísticas lo que influyó enormemente en el joven Benny Hill para dedicarse al mundo del espectáculo. Mientras tanto, terminó sus estudios secundarios obligatorios en la escuela de Bounermouth ya que debido a la Segunda Guerra Mundial fue uno de los múltiples niños desplazados a lugares más seguros. Cuando la contienda bélica acabó, nuestro joven Benny Hill desempeño múltiples oficios como lechero, conductor u operario antes de empezar a representar espectáculos de music-hall o vodevil en pequeños teatros, clubes masónicos, night-clubs,…. hasta que llegó el año 1955 cuando nuestro protagonista creó para la BBC (desde 1969 y hasta 1989 se emitiría a través de Thames Television) el programa de televisión con el que pasaría a la historia, “El Show de Benny Hill”.

“El Show de Benny Hill” tenía una estructura muy sencilla, eran pequeños relatos, generalmente mudos, donde Benny Hill y otros actores (mítico Jackie Wright, ese actor bajo y calvito que recibía las collejas del propio Benny Hill) se metían en líos persiguiendo a chicas jóvenes y guapas, generalmente con poca ropa. Siempre fue acusado de humor grosero y sobre todo machista pero si sabemos mirar más allá podemos ver a un renovador del género “slapstick” que contó con numerosos admiradores por todo el mundo como el cantante Michael Jackson o el quizá mayor cómico de toda la historia, Charles Chaplin, que llegó a alabarle como un revolucionario del humor (de hecho, el propio Benny Hill ha sido una de las pocas personas fuera de la familia Chaplin que han entrado en el estudio privado de Charles Chaplin en Suiza), también en nuestro país cuenta con admiradores como Santiago Segura o Alex de la Iglesia.

En el terreno personal fue una persona muy desgraciada ya que al hecho de que fue rechazado por varias mujeres a lo largo de su vida (vivió casi toda su vida con su madre, de hecho poco murió después de ella), le sumó el rechazo profesional y mediático de casi todo el mundo, con la censura de su programa en varios países del mundo, incluido. A pesar de esa imagen de bruto y zafio, Benny Hill era un hombre culto, profundo francófilo (pasaba grandes temporadas en Marsella) y además hablaba español, italiano y alemán. De hecho participó en varias producciones de William Shakespeare como “Sueño de una noche de verano” y participó en 1969 en “The Italian Job” que protagonizó Michael Caine.

Como colofón a su vida, su muerte tampoco exenta de incidentes. Cuando Benny Hill falleció se corrió el rumor que se hizo enterrar con un montón por lo que unos desaprensivos aprovecharon el manto de oscuridad de la noche para desenterrar el cadáver y buscar las joyas. Nunca se supo si el rumor fue verídico.