Revista Sociedad
Hace ahora dos años se dió la liberación de la política colombiana Ingrid Betancourt. Yo seguí el cautiverio, cinco años, en manos de la narcoguerrilla FARC con esa sensación de congoja y de mal a punto de posarse que me retrotraía a la escritura arrebatada y pensada de Primo Levi. Un desastre anunciado, una muerte escrita, un destino sellado, un genocidio calculado sino hubiera sido por una acción arriesgada y exitosa del ejército colombiano que yo aplaudí y sigo aplaudiendo y que la liberó.En estos días veo como aparece en los noticieros que Ingrid Betancourt demanda al estado colombiano, por seis millones de dólares, por su secuestro. El sustento de la demanda está en que algunos miembros del ejército le aseguraron el día que fue capturada que su vida ni su integridad corría peligro, luego las acciones de la guerrilla negaron esta afirmación.Es evidente que los representantes políticos del gobierno y del ejército han tomado esta demanda, reclamada desde Francia donde Betancourt vive desde su liberación, con pesadumbre y algo de enfado.Y yo lo comprendo porque salvo que se demuestre severa negligencia o connivencia con los terroristas de FARC, Betancourt está pidiendo a Colombia que se declare responsable del secuestro y eso para cualquier estado de derecho es quizás demasiado.Mi amigo @makgregory siempre tan agudo me indica claramente que las víctimas del terrorismo tienen derecho a una indemnización y que en cualquier caso los ciudadanos tienen ese derecho de reclamación frente al estado.Yo indico, como indicaba a @makgregory, que si bien se puede intentar restañar los males e indemnizar a los sufrientes del terrorismo como parte de la política de justicia social y apoyo a los que han sufrido un golpe no puede ni debe establecerse que el estado colombiano, o cualquier otro, es el responsable de las acciones del terrorismo. Esto sería tanto como dar carta de naturaleza a los propios terroristas que siempre conciben su "lucha" como una irremediable e insustituible forma de enfrentarse a un estado asesino y responsable de sus desmanes.Por ese lugar es difícil de aceptar, pero, por otro lado, tampoco se mantiene la cuantía de la reclamación, suficientemente grande como para no representar una reclamación simbólica sino que considera la persona y el daño causado como figura política preminente. Esto que parece lógico de universalizarse originaría que podríamos culpar al estado de cualquier mal o desmán voluntario o involuntario y que la indemnización estaría tan de la mano de la "calidad" de la persona que ocasionaría incluso un agravio mayor para los víctimas de primera o de segunda categoría. Recordemos que en Colombia ha habido personas secuestradas más de diez años por parte de los narcosecuestradores de las FARC.En resumen no entiendo y no puedo entender este paso que parece que pone más palos en la unidad necesaria contra el terrorismo de quien fue premiada como Premio Príncipe de Asturias de la Concordia por responder con palabras de reconciliación y de traer al mundo democrático a quienes no aceptan el derecho de los otros.Injustificaciones frente al terror. Recuerdos del día de mañana.Nota última: Parece que Ingrid Betancourt niega que haya demandado al estado colombiano pero desde Bogotá se afirma que así ha sido.Vínculo: Lugar de apoyo a secuestrados: http://www.betancourt.info/indexEsp.htmImagen: http://fotos0.mundofotos.net/2008/20_12_2008/donne1229772746/ingrid-betancourt-antes-y-despues.jpgDespierte el alma dormida, avive el seso e despierte.
A fin de cuenta sino pensamos y vivimos para que queremos estar.
Los pensamientos de hoy son recuerdos del mañana que tenemos hoy.