Este año hemos tenido la mala suerte de tener que sacar adelante algunos terneros a biberón, hay veces que si tienes algo de suerte puede sacarlo adelante, pero en algunas ocasiones no. En un principio este año llevamos el agua comprada para hacer los biberones pero veíamos que los terneros a los cinco o seis días comenzaban con diarreas y dos o tres días después morían. Aunque los tratáramos la diarrea seguía. En el primero de los casos creíamos que era la dosis que le habíamos echado al biberón, que nos habíamos pasado, pero bueno era solo uno. Pero en el segundo de los casos comencé a investigar por los foros y leí que no se debían de echar agua embotellada para los biberones de los terneros ni de los corderos, ya que al potabilizarla se echaban añadidos que podían afectar a la flora bacteriana del ternero, produciendo las diarreas que llevaban a su muerte.
Con este ultimo acertamos, desde el mismo día que comenzamos con los biberones han sido de agua de pozo, según sale del pozo o llenamos la botella para tener reserva o la calentamos ya hacemos el biberón. El ternero ha salido fuerte y ahora esta gordo como la madre que la pario. En cuanto a la cantidad de polvos que debemos de aplicar a cada biberón cada marca tiene su dosis, pero siempre es aproximada, no por echarle menos lo vamos a salvar, ni por echarle mucho lo vamos a criar antes, pero si conviene echar siempre lo mismo, una cantidad aproximada a la indicada, siempre que no la podamos pesar, yo uso un baso de yogurt y la verdad es que ha resultado.