Revista Cultura y Ocio
La última parte del siglo X fue un período memorable en los anales de la bibliomanía monástica, y dio a luz a uno de los eruditos más brillantes que haya brillado en los días oscuros de nuestros antepasados sajones. El rey Alfred, en honor de cuyos talentos la posteridad ha designado con gratitud al Grande, extendió un generoso cuidado sobre el débil vestigio de la literatura nativa que los daneses en sus crueles depredaciones habían dejado sin ser molestados. LEER MÁS »