Bicentenario sangriento en México

La violencia endémica que sacude México no da tregua; ni si quiera durante los fastos del Bicentenario que se celebraba los doscientos años de independencia. Un brutal tiroteo entre narcotraficantes y el ejército azteca- en el estado de Nuevo León- se saldó con 19 de los sicarios muertos tras el intercambio de disparos. El país vivía con temor la celebración de este Bicentenario- tanto miedo recorría el país que en muchos lugares se evitó concentraciones públicas y no se celebró nada; porque no tenían nada que celebrar. El ejército mexicano y la policía habían sido puestas en máxima alerta por temor a posibles enfrentamientos contra los narcotraficantes. En varias ciudades del norte de México, sobre todo las fronterizas, se llegaron a suspender los festejos; pero ni estas medidas evitaron el baño de sangre.

En Monterrey se registraron los incidentes más graves. Los soldados mexicanos detuvieron en un ‘checkpoint’ un convoy de varias furgonetas donde viajaban una cantidad indeterminada de hombres armados. Cuando el ejército les dio el alto los narcos comenzaron a disparar indiscriminadamente contra los soldados que, a su vez, respondieron llevándose por delante 19 de los narcos. Pero este no fue el único suceso que empañó las celebraciones por el 200 aniversario de la independencia de España.

En la turística Cancún, un grupo de agentes de la Policía Judicial detuvieron a ocho integrantes del cartel de Los Zetas que pretendían cometer una serie de atentados para empañar el Bicentenario. A los detenidos se les requisó gran cantidad de munición, granadas de mano y armas de asalto. El objetivo del atentado era distraer a la policía mientras varios integrantes de la organización liberaban a varios de sus compañeros que se encuentran encarcelados en la penitenciaria de Cancún.

México se ha convertido en los últimos años en un país sumido en el caos debido a la lucha de poder entre los diferentes cárteles de la droga que se disputan el poder. En esa guerra han fallecido 28.000 personas mientras el Gobierno mexicano se ve incapaz de encontrar una solución que no acabe en un baño de sangre.