Big Troubles entrega un pequeño tratado sobre la insignificancia de las relaciones humanas.
Las preferencias de Alex Craig y Ian Drennan son el synth pop de los 80, el shoegaze de los 90 y los perritos calientes de Rutt’s Hut en Clifton, New Jersey. Además de comida poco recomendable para según que estómagos, Big Troubles tienen gustos parecidos a The Pains of Being Pure at Heart y a The Drums, con lo que la inspiración a costa de los ochenta y los noventa está más o menos garantizada. Romantic Comedy (excelente título) viene precedido por el sorprendente Worry (2010), un trabajo etéreo y plagado de capas de reverberación, electricidad y melodía en la coctelera.
Romantic Comedy sale a la venta hoy vía Slumberland Records y añade un poco de C-86, Britpop y power-pop; temas que enarbolan la bandera del terrorismo emocional tal y como se hacía en 1995. She Smiles for the Pictures es un entrante de riff brillante y pegadizo con un trasfondo poppy que hace que resuene en tu cabeza durante mucho tiempo.
Big Troubles inyecta en Misery casi dos minutos y medio de perfecta angustia adolescente que cabalga sobre una potente línea de bajo y riffs que pertenecen más a los noventa que a la década pasada. Sad Girls es el primer single, efervescencia indie en una canción que se mueve en espiral y que reconstruye y pone al día el power-pop para acabar deslizándose hacia el modelo noise-pop que impuso The Boo Radleys en el corte Minor Keys.
El colofón de esta delicatesen sonora tiene como protagonistas dos temazos como Engine y Never Mine, dos joyas hechas de sueños y broche perfecto para diez canciones que son una combinación de gusto, habilidad y talento.
Por aquí pensamos que incluso aquellos que permanecen fieles a la piel lo-fi apreciarán este álbum. El reflejo de los noventa que flotaba en Worry se mantiene en Romantic Comedy sobre una atmósfera más limpia y desarrollada; un trabajo de sencilla digestión y variada coherencia en su sonido.