Una tacuara fue mas que suficiente para que este biguá perche luego de una zambullida y extienda sus alas para secar el plumaje, por momentos tenía que hacer de equilibrista porque el movimiento del agua balanceaba la percha, estaba lindo para filmarlo pero no tenía la Panasonic en la mochila.
Arroyo Itá / Posadas 26-09-2014.