Revista Deportes

Bilbao. Un toro y un torero

Por Malagatoro

fandiño

Iván Fandiño. Foto: Arjona/Aplausos


BILBAO. UN TORO Y UN TORERO

Bilbao 22 Agosto 2013

Sexta de abono . Tres cuartos de plaza

Toros de Jandilla. Desiguales de presentación y juego. El 2ª un gran toro y buenos 3º y 5º. El resto toreables.

JUAN JOSÉ PADILLA: Silencio y silencio

IVAN FANDIÑO.: Oreja con petición segunda. Ovación

JUAN DEL ÁLAMO: oreja. Ovación


PADILLA. Dice un buen amigo mío que, a un aficionado que haya sido malo en la vida, él no lo enviaba al infierno, lo metía en una cabina y a ver videos de Padilla y el Fandi. Lo de Padilla hoy ha sido insufrible. Dos “Padillazos” que hace muchos años que no lo había visto. Sus largas, los trapazos con la capa, banderillas a toro pasado, mantazos a diestra y siniestra, para acabar haciendo  del lomo del toro un colador con la espada. Como la segunda entrega fue aún peor, omito repetir dicho sufrimiento..

FANDIÑO se está haciendo poco a poco mosca cojonera de muchas figuritas. Lástima que le falte arte, pero de honradez, vergüenza torera y valor, está sobrado. Raro que Jandilla echara un toro bien presentado y bravo. Fandiño lo aprovechó al máximo. Ya anunció en el primero de Padilla que venía a triunfar con un quite de escalofriantes tafalleras.

Bien con la capa, mucho mejor con la muleta en una variada faena sin engaños y adelantando la pierna casi siempre en un toreo de exposición. Mató de buena estocada y el usía le niega la segunda oreja. Si hubiera sido Ponce se la da y, personalmente, lo saca a hombros. El quinto es un buen toro que Fandiño torea bien, pero no redondea la faena, pues a mitad de ella se viene abajo y ya no remonta. Para su desgracia, lo atraviesa con la espada.

Del ÁLAMO es un buen torerito que, lógicamente, está bastante verde. Más clásico que Fandiño, pero que no sabe salir airoso de muchos trances. Su toro es dulce, bravo, sin complicaciones y lo aprovecha en una faenita muy pulcra. Pero aún nos estamos acordando de la faena anterior. Con estocada caída, le dan una orejita que no tiene el mismo valor que la dada al de Orduña. En el sexto no puede con un jabonero enrazado y que necesita un torero, no un aprendiz de figurita. Mata de estocada y le ovacionan.

Juan Antonio Franquelo


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