Revista Coaching

Biodureza y Biotenacidad

Por Luis Siñol Bujons
En este post hacemos un experimento, y os lo explico. En el post anterior he cambiado la palabra  “material” por  “persona”, y la palabra “esfuerzo”  por  “adversidad”  (entendemos por  adversidad cualquier situación que altere nuestro statu quo, ya sea una discusión, un enfado, o incluso una muy buena noticia).
Allá vamos, pops......aqui tenéis el resultado.
En este post  explicamos por qué, al enfrentarnos a situaciones especiales, es importante emplear dos minutos para pensar “qué está ocurriendo ante nosotros”.Olvidemos, ahora, el concepto “resiliencia” y centrémonos en comprender por qué hay personas duras (o frágiles) y personas tenaces.Los conceptos biodureza (fragilidad significa poca dureza) y biotenacidad se confunden con facilidad, a pesar de tener significados completamente diferentes. La biodureza se relaciona con la capacidad que tiene una persona para soportar adversidades a corto plazo. La persona tiende a dar una solución de forma inmediata. Si el resultado es satisfactorio la persona resiste; de otro modo, desiste y huye. Dentro de las personas duras existen distintos grados; por ejemplo, las personas frágiles o débiles son personas con el mismo tipo de comportamiento, pero con poco grado de dureza (habitualmente adoptan la huida rápida como solución).La biotenacidad tiene que ver con la capacidad que tiene una persona para absorber energía, deformarse, y llegar al final tras haber pasado por adversidades importantes. La persona tiene un objetivo a corto, medio o largo plazo, analiza el entorno, las adversidades, y lo integra todo como parte parte del objetivo (esto es muy importante); si desiste, lo hace al final del camino, pero ha aprendido mucho en el andar. A menudo, las personas tenaces utilizan la expresión “llegar hasta aquí” en lugar de “no poder más”. EJEMPLOS 1 :Para medir la dureza utilizamos  identadores. Por ejemplo, si queremos  comparar la dureza de una persona con otra basta iniciar la misma discusión con ambas. Si actuamos con objetividad y analizamos los dos comportamientos, fácilmente nos daremos cuenta de “cómo respiran”. SORPRENDENTE : según el tipo de discusión, una persona tenaz obtendrá mejores resultados que una persona dura, aún utilizando menor energía.EJEMPLOS 2 : Si escuchamos activamente, podemos intuir  las reacciones de las otras personas en situaciones especiales.Supongamos que un interlocutor nos lanza  un argumento totalmente “sorprendente” y fuera de lugar. Una persona “dura” puede empeorar las cosas al no comprender por qué se ha producido el argumento (aún sin tener nada que ver con ella). Una persona extremadamente tenaz puede abdicar en contra de sus sentimientos, puesto que el objetivo de su relación es otro. Una persona con componentes duros y tenaces se pregunta “por qué sucede aquello”, sonríe, intenta aclarar los términos objetivamente, y busca un entendimiento a corto plazo, dentro del cual lidere  la situación. IMPORTANTE: este compromiso entre dureza y tenacidad es el que mejor acepta las adversidades y las entiende como parte del objetivo.
¿GRIETAS?  ….AHÍ ESTÁ LA CLAVE.Todas las personas tenemos  grietas internas, y éstas se propagan a distinta velocidad según cómo somos. Si nos deformamos con facilidad, es decir, somos blandos o adaptables, la parte que rodea a la grieta se deforma. Este proceso consume energía, lo que retarda propagación de la misma, y así conseguimos ser tenaces. Si somos más duros, esta deformación no ocurre, y las grietas disponen de mucha más energía para propagarse con rapidez, acelerando nuestra pérdida de control. De lo anterior, pudiera entenderse que entre la dureza y la tenacidad existe una relación inversa; sin embargo, la situación no es tan simple. La propagación de grietas depende de otros factores como, por ejemplo, el tipo de proceso de deformación que nos ocurre  o las dimensiones de la grieta inicial (producida por una adversidad). Sin embargo, sí es posible decir que una biodureza extrema y una biotenacidad extremanunca se encontrarán juntas en nosotros. Cuando buscamos un objetivo, necesitamos resistencia y paciencia ante las adversidades que se presentan. Si nos deformamos o nos rompemos, el resultado será el mismo: una falla de funcionamiento. Para ser confiables, debemos ser dignos, y no debemos sufrir ningún cambio a partir de nuestro estado original. Si combinamos la resistencia a la deformación con la resistencia a la rotura, se puede definir un concepto práctico denominado resistencia a la falla. Por lo general, es más común que las personas muy tenaces fallen por obstinación o testarudez mientras que las personas más duras lo hagan por ímpetu o desconfianza en ellas mismas. Cuando la dureza y la tenacidad son intermedias, cualquiera de las dos fallas puede ocurrir, dependiendo de las circunstancias.                 
                    No siempre lo más duro o lo más tenaz es lo más apropiado

El comportamiento humano y las leyes de la fisica

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