Un nuevo estudio ha sugerido el posible beneficio de utilizar la terapia denominada biofeedback para aliviar los síntomas de los niños que sufren dolores de cabeza episódicos y crónicos, siempre que sean cefaleas no migrañosas. La investigación ha estado a cargo del equipo de la doctora Heidi K. Blume, del Hospital de Niños de Seattle de University of Washington, y se ha descubierto que el 73% de los niños que son tratados por cefaleas espisódicas supo responder de forma sumamente conveniente al biofeedback, lo mismo ocurrió en los pacientes pediátricos que padecían cefaleas crónicas.
Las cefaleas y dolores de cabeza frecuentes afectan a niños y adolescentes en todo el mundo en cifras cada vez más crecientes, se deben a muchos factores y los autores indican al respecto:
“En el mundo de los dolores de cabeza crónicos, al 48 por ciento le va bastante bien”…”Las cefaleas infantiles recurrentes están asociadas con los trastornos mentales, las limitaciones funcionales y la mala calidad de vida, similar a la de los niños con enfermedades reumáticas y cáncer”.
Durante el estudio que reveló la eficacia del biofeedback para el tipo de cefaleas que dura de 15 a más días por mes, se analizó la información de un grupo formado por 132 pacientes con edades entre los 8 y los 18 años que entre el 2004 y el 2008 habían asistido a no menos de dos sesiones de biofeedback en una clínica universitaria especializada en el tratamiento, todos ellos derivados por médicos que no participaron del estudio. Durante el tratamiento los niños aprenden diversos ejercicios de relajación y visualización planteados para ayudarlos a reducir la tensión muscular y para poder comenzar a controlar lo que son las funciones autonómicas, que incluyen la frecuencia cardíaca y la temperatura de la piel.
El biofeedback es positivo ya que los niños aprenden a emplear esas técnicas cuando comienzan a sentir el dolor de cabeza para poder prevenir la cefalea máxima. Los participantes del estudio padecían unos 3,5 dolores de cabeza diarios cada semana, con una gravedad de 6,5 en una escala de intensidad de 10 puntos, del total, uno de cada cinco niños estaba tomando un inhibidor selectivo de la recaptación de la serotonina y todos los niños asistieron a un total de siete sesiones de terapia de biofeedback cada una con una duración promedio de 10,8 semanas, hacia la última se pudo notar que los niños tenían unas dos cefaleas por semana, con gravedad indicada en 5 puntos de intensidad, y los niños eran capaces de aumentar la temperatura de la piel de las manos.
El 58% de los niños tratados respondió de forma positiva, las cefaleas se redujeron en un 50%, tanto las diarias como las semanales y en relación a la cantidad de horas de dolor de cabeza por semana, sin superar en cada caso los 3 puntos de intensidad en la escala de gravedad. Los especialistas también notaron que los niños que eran tratados con inhibidores eran los más propensos a responder mejor a la terapia que aquellos niños que no tomaban los fármacos, la experta del estudio resume:
“Hasta ahora, los estudios sobre los ISRS en los adultos no habían identificado un beneficio concluyente en el tratamiento de la cefalea. Es interesante que esos niños mostraran una mayor posibilidad de responder al biofeedback”.
Vía | Vida y Estilo
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