Biografía: Diego Eduardo Gualda

Y para ustedes y gracias a Diego les compartimos la biografía de este autor, les juro que más de una vez les va a sacar una sonrisa con las ocurrencias que tiene... que la disfruten :)

Diego Eduardo Gualda nació en Sunny Sidro en 1974. Entre sus muchas habilidades, se destaca la de escribir su propia biografía en tercera persona. De chico quiso ser Maestro Jedi y estrella de rock. Pero, a falta de talento para el manejo de La Fuerza (o para la ejecución de instrumentos musicales), acabó convertido en periodista. La Universidad Católica lo vomitó en la vereda de las redacciones de los grandes medios gráficos nacionales, donde aún se lo puede ver mendigando.
A lo largo de su carrera fue editor de información general del desaparecido diario Libre, cronista de Gente, columnista de Cosmopolitan y colaborador freelance de en una colección algo ecléctica de medios gráficos, incluyendo El Expreso Diario y las revistas Mañana Profesional, Contrastes, Barcos, Maxim, Playboy, Apertura, Target, El Gráfico, Metrópolis, Conozca Más, Ronda (Aerolíneas Argentinas), Sojourn (Hoteles Sheraton), Inc (Aerolíneas Lan), Veo Vea (Supermercados Vea), Star Trek Communicator en Español, La Autopista del Sur y otros títulos casi innombrables.
En materia de medios digitales, tecleó duro y parejo para el portal de la cadena Univisión, fue columnista de Perfil.com –y de 442, su versión deportiva–, autor de contenidos para Dridco (grupo La Nación) y tuvo un exitoso aunque polémico blog en la versión digital del extinto diario Crítica. Se desempeñó como escritor fantasma (actividad en la que constató lo difícil que es escribir con una sábana en la cabeza) y colaboró con Editorial Vértice (producción de contenidos para libros y revistas infantiles), Pro Juniors (productora de espectáculos, ah... recuerdos del Pepsi Music 2007) y MGH Communication Management (consultora de prensa e imagen corporativa). Ha realizado también trabajos independientes como agente de prensa y edición de house-organ para distintas compañías y organizaciones, aunque esta es una etapa oscura de su carrera que, terapia y psicotrópicos mediante, está tratando de superar. 

Y para agregar también tiene unos ojos bastantes envidiables...

En 2011 recibió una mención especial en los Premios ADEPA por su cobertura de la toma del Parque Indoamericano para la revista Gente. Hoy es editor de internacionales en revista Noticias. Desde mediados del 2009 intenta incursionar en el terreno de la comedia stand up, aunque la comedia sigue repeliendo sus incursiones con relativo éxito. Produjo espectáculos y se presentó en el Teatro El Bululú, The Cavern Club, Hard Rock Café y en otras salas del circuito off-Corrientes, zona libre de mosquitos. Su primera novela, "Hablalo con mi abogado", publicada en Junio del 2009, resultó un suceso de ventas suficiente para mandar el auto al taller, comprar dos camisas y permitirse el lujo de pedir el McCombo con papas y gaseosa grande durante todo un mes. Además, invitó un asado para todos sus amigos. Sí, los cuatro. Aún le debe doscientos pesos al mecánico. Su segundo libro, "Pocas Pulgas", vio la luz en Marzo del 2011. La luz, el gas, el teléfono, rentas, la tarjeta de crédito y muchas otras cuentas por pagar.
En julio del 2014 lanzó la primera parte de "Hijos de la oscuridad", una trilogía de literatura fantástica que ha provocado que una bandada de vampiros ofendidísimos lo persigan día y noche (bueno, no... en realidad, solo de noche). Fundó también el sello Ediciones Discordia, dedicado a la publicación de libros digitales, aunque es un tema que no suele comentar en las sobremesas por temor a ser tildado livianamente de "entrepreneur", un término que le pone los pelos de punta. A la sazón, es Segundo Dan de taekwondo y un guitarrista bastante decente (jamás le propuso sexo a su guitarra, por ejemplo). La combinación de ambas aficiones ha dado por resultado que, de vez en cuando, agarre algún instrumento musical y lo cague un poco a trompadas. En los últimos tiempos se ha inclinado de manera un tanto enfermiza hacia el ukelele, un instrumento que de por sí luce bastante ridículo sobre su prominente abdomen. Para músico, es un escritor del carajo. En suma, más que un multifacético Hombre del Renacimiento, Gualda es un encantador inepto multipropósito. Un verdadero chanta ilustrado.
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