El joven Reagan presidió el sindicato de actores.o Screen Actors Guild.
El proyecto de filmar una biografía de Ronald Reagan avanzó un casillero tras la designación de quien llevará a la pantalla grande el guión de Jonas McCord y Howard Klausner (el mismo autor de Jinetes del espacio). Variety fue uno de los medios estadounidenses que anunciaron ayer el nombre del director elegido: el ignoto -al menos por estos lares- Sean McNamara.
Reagan a secas es el título de este largometraje, cuya producción costará alrededor de 25 millones de dólares, y cuyo rodaje empezará el segundo trimestre del año próximo. La idea es recrear la vida del actor y luego Presidente de Estados Unidos desde la perspectiva de un agente de la KGB que sigue su desempeño al frente del Screen Actors Guild (sindicato de actores) y al servicio de la caza de comunistas en Hollywood.
Sin embargo, la película abordará un período más amplio que aquél signado por la delación mccarthista. De hecho, irá hacia atrás hasta la adolescencia de Ronald, y hacia adelante hasta el ingreso a la Casa Blanca en 1981.
Según consta en esta ficha de IMDb, Jon Voight encarnará al secretario de Estado George Shultz, Cary-Hiroyuki Tagawa al Primer Ministro japonés Yasuhiro Nakasone y Robert Davi al líder soviético Leónidas Brejnev. Curiosamente falta el dato que THR difundió a principios de 2015: la estrella de Disney, David Henrie, encarnará al joven Ronald.
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Tras la designación de McNamara, ahora la gran pregunta es quién encarnará al Reagan Presidente. Quizás los productores consideren la posibilidad de convocar a uno de los dos actores que ya lo hicieron: James Brolin en el telefilm The Reagans y el desconocido Tim Goodman en el docudrama Saving Ronald Reagan.
El flamante director.
Este proyecto seguro correrá mejor suerte que la sátira que Will Ferrell tuvo la intención de producir y protagonizar hasta que lo presionaron en sentido contrario. “El Alzheimer no es broma” le advirtieron los hijos de Ronald y parte de la opinión pública norteamericana, escandalizados ante la ocurrencia original del guionista Mark Rosolio: tergiversar los tiempos históricos para imaginar los entretelones de un gabinete nacional presidido por un Reagan completamente demente.
Antes de escribir Reagan, es posible que McCord y Howard Klausner hayan visto las biopics que la industria cinematográfica les dedicó a Margaret Thatcher y a John Edgar Hoover. En los guiones de Abi Morgan y Dustin Lance Black habrán encontrado unas cuantas lecciones sobre corrección política.