¿Cambiaremos algún día billetes y monedas por dinero virtual? Desde que la crisis le quitó credibilidad al sistema bancario tradicional, han ido apareciendo nuevos sistemas de dinero electrónico. Como Bitcoin, una moneda electrónica descentralizada disponible únicamente en Internet. La divisa virtual fue creada hace cuatro años por Satoshi Nakamoto, sin embargo hay quienes aseguran que tras el psudónino nipón se oculta un grupo de estudiantes irlandeses A pesar de su origen incierto el sistema Bitcoin está a la luz del día. En Zurich, Stefan y Luzius, dos jóvenes ingenieros que desarrollan tecnologías de la información se encuentran entre los pioneros de este sistema. Y han ganado mucho dinero gracias a esta moneda virtual que consideran como un valor refugio. “En el sistema bitcoin, no confiamos en una persona o un promotor en particular, explica Stefan Thomas, joven ingeniero y pionero en este sistema de pago. Confiamos en el propio código. El código, que usted mismo puede consultar, ha sido consultado por cientos de programadores comprobando que funciona. En mi opinión, hay mayor seguridad y confianza. Y siempre se ha dicho que la confianza es buena, pero el control es mejor.” Luzius Meisser, es ingeniero y trabaja en el desarrollo de esta tecnología: “A mí, lo que me gusta es la idea de la libre circulación de pagos. Es como la libertad de expresión, es algo fundamental, el que cada cual pueda guardar su riqueza y transmitirla libremente. Y además estar a salvo de la intervención del Estado.” Al parecer no hay riesgo de inflación. La red está programada para incrementar la oferta de bitcoins hasta que su número total llegue a 21 millones. Cada dirección es una secuencias alfanumérica aleatoria de 33 caracteres. El protocolo se basa en una criptografía de clave pública que lo hace seguro. Las transacciones son relativamente anónimas y cada usuario puede tener varias direcciones para cada transacción. La moneda electrónica bitcoin puede convertirse en cualquier otra divisa. Y con ella se puede comprar por Internet igual que si pagara en euros, dólares o en cualquier otra moneda. También, para tener bitcoins, uno puede poner a disposición de la red la potencia de cálculo de su ordenador, a cambio recibirá una cantidad de bitcoins que le convierten en un extractor o minero. Hoy día los usuarios de bitcoin pueden comprar prácticamente cualquier cosa por Internet: ordenadores, espacio de almacenamiento de datos, o bien una pizza, un coche o reservar un viaje Aunque se considera que en la red circulan más de mil millones de euros en bitcoins, la moneda virtual sigue siendo volátil, y el pasado mes de abril , perdió casi el 80% de su valor en un solo día.
En este moderno local en Nueva York se puede pagar en bitcoins con un smartphone y su consabida aplicación. Toda moneda tiene dos caras, ésta también. Bitcoin podría devaluarse por la disminución de sus usuarios y entonces ese “oro digital” estallaría como una burbuja. Otro riesgo es que al funcionar de forma anónima puede utilizarse con malos propósitos. Sergio Rossi, profesor de Economía Monetaria en la Universidad de Friburgo, Suiza, advierte de los peligros que puede entrañar este sitema: “No sabemos de donde proviene ese poder adquisitivo, no hay bancos, ni una autoridad monetaria, y eso plantea problemas porque puede poner en peligro la estabilidad del sistema económico. Al ser anónimo, bitcoin plantea muchas inquietudes. Podría ser utilizado para el blanqueo de dinero o en sitios clandestinos como la Ruta de la Seda, un mercado negro de venta de drogas, armas, identidades falsas y otras cosas ilegales. Esta nueva mina de oro digital tiene un lado oscuro que es necesario aclarar.