Antes de hablaros sobre la receta, quiero presentaros a Teterum, ya que ellos han sido los culpables de que haya preparado estos bizcochitos. Además, si sois amantes del té como yo, estoy segura de que me agradeceréis esta presentación ;).
Teterum es un portal español de venta de té, rooibos, infusiones, etc. gourmet en el que puedes realizar compras puntuales o suscribirte para recibir dos tés diferentes en tu casa cada mes ¿a que mola? Además, es una empresa social y apoya a aquellas personas que se encuentran en riesgo de exclusión laboral. Sus packs están elaborados artesanalmente y van firmados por personas con discapacidad física o intelectual en su actividad ocupacional. ¡¡Gracias a Carmen, que ha preparado el mío!! ¿Te va gustando más?
Yo hace más o menos un año que les conocí y me encanta tanto los tés e infusiones que he probado ¡y ya van unos cuantos! como su filosofía de empresa. Así que cuando me dieron la oportunidad de probar este nuevo pack "Relax box con té" de edición limitada no me lo pensé dos veces ¡lo quería todo para mi!
Tras ver su contenido, me ha parecido un regalo de lo más original. Tienes varias cosas, todas ellas encaminadas a crear un momento de relax, de esos para disfrutar en el sofá tapados con una mantita, y encima a un precio asequible 12,99 € (bueno, a vosotros os puede costar un poquito menos si seguís leyendo...)
¿Y qué lleva el pack "Relax box con té"? Pues dentro de su caja, que es totalmente reutilizable ya que varios de los elementos se extraen de la propia caja, incluye: una infusión, un té verde, dos aromatizadores naturales de pétalos de rosa y semillas de lino, un paso a paso para preparar un buen té con indicaciones de tiempos y temperaturas, dos recetas de té, una recomendación de 5 libros ideales para leer disfrutando del té, un punto de libro, un QR-code con recomendaciones de música relajante, tres juegos relax, un cartel de “no molestar”, un posa vasos y dos conos de incienso que huelen de maravilla. Completita ¿verdad?
Así que si te ha gustado y estás pensando regalársela a alguien o a ti mismo... por qué no, que todos nos merecemos disfrutar de un ratito de relax ;) ¡corre a la tienda de Teterum porque es una edición limitada solo para estas Navidades! Pero no olvides llevarte este código: ALTA5 ya que con él tendrás un 5% de descuento.
Y yo, además de disfrutar de mi momento de relax, me llevé la infusión ecológica "Artic Ginger" a la cocina, que también me relaja jeje, y me puse a preparar estos bizcochitos.
Los ingredientes de esta infusión son tremendos: jengibre, lemongrass, regaliz, cáscara de limón, menta y 100% de cariño (un ingrediente que aparece en todos sus tés). Recomiendan que se tome frío, pero esa combinación de sabores sabía que iban a crear un bizcocho de lo más rico ¡y no me equivoqué!
Como la mayoría de los bizcochos aromatizados con té, su sabor es sutil pero sorprendente, con un aroma fresco que mantiene un punto del picante del jengibre muy muy suave. Le añadí ralladura de limón para enfatizar los cítricos y creo que fue un gran acierto, al igual que los arándanos deshidratados para darle un toque que contrastara con el té, pero solos también están muy ricos.
Además, son muy sencillos y rápidos de preparar, por lo que los podrás hacer siempre que quieras un capricho para desayunar o merendar.
Ingredientes
- 3 huevos
- 250 gr. de azúcar moreno
- 375 gr. de harina
- 100 ml. de aceite de girasol
- 125 ml. de leche
- Un filtro individual de té bien lleno con la infusión "Ginger Artic" de Teterum
- 16 gr. de levadura en polvo (tipo Royal)
- Ralladura de 1/2 limón
- Arándanos deshidratados para decorar
Calienta 125 ml. de leche, mete el filtro de té con la infusión y déjalo unos 10 min. aproximadamente. Pasado este tiempo retira el filtro y deja que se temple.
Pon a precalentar el horno a 175 ºC, calor arriba y abajo.
Con la ayuda de una batidora o a mano en un bol, bate los huevos y mézclalos con el azúcar hasta que sea una masa homogénea.
Continúa mezclando el resto de ingredientes poco a poco, intercalando los sólidos con los líquidos y esperando a que se integren en la masa antes de añadir el siguiente.
Engrasa los moldes con un poco de aceite de girasol o margarina y harina y vierte la masa cubriendo las 3/4 partes del molde.
Mételos en el horno unos 20 - 25 minutos, hasta que estén dorados y al pincharlos con un palillo éste salga limpio.
Déjalos en la bandeja unos 5 minutos más fuera del horno y pásalos a una rejilla.
Cuando los moldes estén templados y puedas cogerlos sin quemarte, desmóldalos y colócalos de nuevo sobre la rejilla para que se enfríen por completo.
Los puedes guardar varios días bien cerrados en una lata o fiambrera.
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